Bien, voy a ponerlos en situación. Josh es un imbécil y, a pesar de organizar todo y pedir perdón a Hong y prestarnos su departamento, no preparó nada para cenar. El muy imbécil olvidó que nos prometió una cena y ahora estamos Chinita y yo en mitad del Walmart buscando algo recalentable que no sean frijoles enlatados.
Sara-Lee vestía un precioso vestido rojo largo que resaltaba su figura con un hermoso escote que llegaba hasta su espalda baja y unos tacones dorados que parecían estarla matando, aunque había mejorado su habilidad de disimular. Ambos estábamos elegantes y aunque no soy de usar trajes admito que me veía caliente con este traje azul marino.
Empujaba el carro de compras con Chinita a mi lado, distraída mirando cualquier cosa de los estantes mientras yo comenzaba a estresarme.
- Oye, Sara-Lee.- Atraje su atención a mi.- ¿Aún te encanta Wendy's?- Pregunté y ella asintió.- ¿Porqué no dejamos plantado a Josh y comemos algo en el local de unas cuadras más abajo?
- ¿Iremos caminando?- Preguntó deteniéndose, provocando que yo también lo hiciera. Asentí con una pequeña sonrisa.- Caleb, mis pies están matándome.
- Sube.
- ¿Que?
- Sube.- La miré con una sonrisa ladeada mientras ella enarcó una ceja.- Te llevaré en esta preciosa carroza.
- Podemos ir a prisión por robar carros de compras.- Me encogí de hombros y ella trató de disimular que le comenzaba a parecer una buena idea.- Somos figuras públicas, Caleb, no podemos hacer tonterías por ahí.
- Oye, no sé tú, pero yo ni siquiera recuerdo la contraseña de mis redes sociales.- Dije con malicia mientras me acerqué a ella.- Seamos tontos ésta noche.
Me miró dudando por unos segundos, ella se había convertido en una adulta muy seria pero definitivamente me encantaba sin importar cuánto cambie. Asintió y yo la cargué provocando que una risa estruendosa saliera de su garganta mientras la metía en nuestro carrito vacío.
Avancé con ella hasta la entrada, donde el guardia de seguridad parecía distraído así que salimos tranquilamente supuestamente hacia el auto y cuando estuvimos suficientemente lejos corrí empujando el carrito con Chinita riendo a los cuatro vientos. Pasamos frente a la camioneta de Josh sin importarnos si nos veía y comencé a empujar el carro con dirección al Wendy's.
- Bien, fue más fácil de lo que esperaba.- Admitió calmando su risa.
- Nadie puede conmigo, Chinita.- Ella me miró con una sonrisa coqueta mientras giró su cuerpo y se arrodilló frente a mi, mientras yo empujaba el carrito. Tuve que detenerme en ese instante, primero porque ella cubriendo toda mi visibilidad al camino con su precioso cabello y su maravilloso rostro, y segundo porque la cercanía con ella me provoca una exuberante sensación que causaba que todo a mi alrededor se fuera a la mierda. Su nariz chocó con la mía y, por impulso, tragué con fuerza mientras la miraba atentamente a los ojos miel que tanto extrañaba.
- ¿Seguro que nadie?- Abrí la boca pero no tuve tiempo de que nada saliera de mi boca cuando sentí sus manos subir por mis pectorales hasta el cuello de mi camisa y comenzó a aflojar mi corbata, aferré mis manos al manillar del carro mientras parpadeaba con fuerza.- Recuerdo que decías eso antes.- Sacó la corbata pasándola por mi cabeza y sonrió acariciando mi nariz con la suya.
- Chi-chinita creo que...- Colocó su dedo en mi boca y sonrió aún más extenso provocando miles de mierdas en mí, aún más fuertes que antes.
- Luego de cinco años, sigo pudiendo contigo.- Lanzó una carcajada y regresó a su anterior posición. Sentada en el carrito, dándome la espalda.- Vamos, Caleb, estoy muriendo de hambre.
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HUG ME.
Teen Fiction"Su maldita dulzura de mierda, dejó mi alma con caries de por vida." Les presento a : Caleb "El espectro" Martinez y a su desastrosa vida -¡Esta es mi puta historia, Perras! ...