Capítulo 4.

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-Martínez y Zhamar, 10.- Escuché con cansancio la voz de la Troll mientras anunciaba las notas que logramos en el trabajo de "Orgullo y Prejuicio".

Todo gracias a mi melliza, que tiene complejos de nerd escondidos dentro de sí, aunque los oculta con cabello bien peinado y litros de maquillaje.

-Para la próxima, te ayudaré con el trabajo, lo juro.- Susurró mi amigo en mi oído;  siempre dice lo mismo.

Simplemente los trabajos en casa no son lo suyo y yo entiendo eso. Él es increíble en matemáticas así que siempre le quito la copia, es trabajo en equipo, amigos.

El timbre de salida al primer "Break" me sacó de mis pensamientos.

-No olviden leer la anto...- Dejé de escuchar a la Troll al salir del salón de clases.

Mientras caminaba por los pasillos alcancé a ver a lo lejos al chico que antes estaba molestando a Sara-Lee y me dispuse a caminar hacia él para volarle los dientes pero una cabellera negra, despeinada, me lo impidió.

-Ya sé lo que intentas, que ni se te ocurra.- Dijo al bajar mi vista hacia ella.

Esta chica nunca se maquilla, ahora que la detallo bien.

-¿Te estaba molestando, te lastimó el brazo, te gritó a mitad de la calle y aún así quieres que no le diga nada? ¿Qué mierda, Price?- Sonaba molesto, y lo estaba; ese imbécil la estaba molestando y solo yo puedo hacerlo. Sé que ella lo rechazó y por eso él estaba tan agresivo, y eso no se va a quedar así.

-Caleb, no me pasó nada, está todo bien.- Dijo con ese tono relajadamente tierno, que le bajaba las velocidades a cualquiera.- No quiero que te metas en un problema por mi culpa ni mucho menos; si peleas aquí, podrían suspenderte.- Puso su mano sobre mi brazo, dándome pequeñas caricias.- Estamos por graduarnos, de nada te servirá, olvida lo que viste, por favor.

No lo olvidaré; imposible. Solo me alejaré.

-No lo buscaré más pero, si vuelvo a verlo comportarse así contigo, a cualquiera, le sacaré cada diente parte por parte, y para eso no necesito tu permiso.- Continué mi camino, seriamente.

Siempre cumplo mis amenazas, así que más le vale a ese idiota bajarle tres rayas a su tigre, porque éste galán, no se las guarda.

-Oye, Espectro.- Me llamó una voz aguda a la distancia.- Cariño.- Me detuve a esperarla.

-Dime, preciosa.- ¿Y esta quien es? 

-¿Sabes? hoy tengo casa sola y, esperaba que te dieras una vuelta a hacerme visita, es que me da miedo estar solita.- Hizo un puchero que la hacía ver patética.

Pero estas son ofertas que no puedo rechazar.

-Claro, linda, dime la hora y el lugar.- Dije, agravando mi voz.

Éste nene que está aquí, la va a pasar muy rico hoy.

-Perfecto, es calle Merry 1322, te veo a las 4:00, bebé.- Le sonreí y seguí mi camino.

Esto me pasa muy seguido, soy putamente irresistible, y mi Caleb Jr. también lo es.

-Oye ¡Fantasmita!- Gritó mi hermana cuando terminé de llegar al área donde siempre me sentaba con mis amigos.

-¿Qué quieres, Alanna?- Estoy de maravilloso humor así que no me molestes ¿Dónde están las chicas y porqué no vas donde ellas?- Dije tratando de sonar fastidiado, no funcionó.

-De hecho, quiero hablar algo contigo, hermanito.- Dijo con esa cara de hermanita, que sabe que me deja a sus pies.

-¿Pasa algo?- Ablandé mi mirar; no venía para molestarme.

HUG ME.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora