-No in. ven. tes.
-Es una mierda muy loca.- Llevé mis manos a mi rostro en señal de rendición.
-¿Estás seguro de que escuchaste bien? Pudo haber sido un error.- Josh quedó igual que yo cuando lo escuché.
-¡Que sí, Negro! ¡Que no soy sordo, estoy muy seguro!- Le di un empujón y él se sentó sobre sus rodillas en mi cama, donde estábamos recostados.
-Todo esto es muy loco, hermano.- Se detuvo a pensar.- Sara-Lee loquita por ti y tu madre de regreso, y con un sugar baby. ¿Puedo hacer un libro de tu vida?
-¡Déjame en paz, con lo de mamá me basta como para sumarle lo de Mocos!- Quité las manos de mi rostro.
-¿Qué harás?
-Necesito hablar con mi padre, luego pensaré qué hacer con ella.- Me senté frente a él.
-A lo mejor si ella no te lo había dicho antes, es porque no quiere que suceda nada; es obvio que ella no quería que te enteraras.- Bajó la vista a su celular.- Y mira que por lo que me cuentas, esto ya viene desde hace rato.
-¿Y si es solo atracción sexual?- Es una posibilidad; es buena chica, no santa.
-¿Y si tiene miedo?
-¿Miedo a qué? no digas tonterías, ni que fuera un psicópata como Sonny.- Giré los ojos al aire; esta conversación no me estaba funcionando.- En serio, olvidemos este tema; papá llega en veinte minutos y aún debo pensar qué voy a hacer con él.
-¿Porqué no se lo dice Alanna?
-Ni siquiera está aquí, fue a buscar a mamá; además, ella hizo llorar a Sara-Lee ¿Quién dice que no hará llorar a papá?
-Touché.- Escuchamos un auto estacionar frente a la casa.
¡Mierda, llegó antes!
-De acuerdo Josh, éste es el plan: Tú pones a enfriar el tequilla porque sé que hará falta mientras yo subo a la habitación con papá; a mi señal, subirás con el licor y cerrarás la puerta con seguro para que no se escape a un prostíbulo. ¿Listo?
-Listo.
Acción.
Bajé corriendo las escaleras y en ese momento las puertas se abrieron, dejando ver a mi padre con una vista cansada y su uniforme sucio; me miró y de inmediato pintó en su rostro esa sonrisa amorosa que me dedica siempre a mí.
-¡Apá! Llegaste antes.- Corrí a abrazarlo.
Josh ya estaba en la cocina, desde donde lo saludó con la mano.
-Si mijo, hoy el día estuvo ligeramente tranquilo y pues me dejaron salir antes de que mi turno acabara. Estoy muriendo de cansancio.
-Ven papá, vamos a tu habitación; hay algo que debemos hablar.
Su rostro se contrajo en preocupación y subió con velocidad las escaleras hasta llegar a su habitación, donde se sentó en la cama y me esperó con paciencia. Mis manos temblaban y no podía parar de pensar lo que pasaría y en como se sentiría. No quiero romperlo más. Entré a la habitación con mis manos sudorosas en mis bolsillos y una expresión seria, impropia de mí.
-¿Pasa algo, mijo? ¿Embarazaste a alguna morra?- Frunció el ceño.
-No apá, ya sabes que yo soy muy consciente y cuidadoso; es algo que tiene que ver con mamá.
Su rostro se iluminó en esperanza y no pudo reprimir una gran sonrisa.
-¿Regresó?- Sus dientes ligeramente amarillentos hicieron acto de presencia.
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HUG ME.
Teen Fiction"Su maldita dulzura de mierda, dejó mi alma con caries de por vida." Les presento a : Caleb "El espectro" Martinez y a su desastrosa vida -¡Esta es mi puta historia, Perras! ...