Capítulo 11.

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Cumpleaños 3/3

Detuve la Jeep en la esquina donde se supone que debía estar y me dispuse a enviarle un mensaje a Alanna.

Ya estoy en el lugar ¿Que hago ahora? ] 19:13 

[ Espera ahí, ya nosotros vamos. ] 19:14

[Ok.] 19:14

Hazte el asustado. ] 19:16

-¿Porqué nos detenemos aquí?

-La camioneta está fallando.-Respondí cortante.

¿El asustado? ¿De qué mierda me habla esta mujer? ¿Qué planea?

De pronto comenzaron a escucharse gritos de todas partes, y gente encapuchada y con armas salieron de los árboles y arbustos. Abrieron la puerta del copiloto y sacaron a Sara-Lee a empujones, mientras que me halaban a mí para sacarme. 

¿Es en este momento que tengo que hacerme el asustado?

Me dejé guiar por los secuestradores locos y escandalosos mientras sentía una pistola de plástico chocar mi espalda, incluso era chistoso porque estaban tan metidos en el papel, que me llamaban "Morenito".

Hijos de su puta madre.

Era mucha gente, como veinticinco personas diría yo. Muy poco realista, nunca una banda de venticinco ladrones te asaltarán; mis amigos y hermana no son tan listos como pensé.

Sara-Le estaba asustada, pero no gritaba ni hacía escándalos, ella solo observaba y ponía absoluta atención a lo que pasaba alrededor. Nos llevaron caminando hasta una esquina más arriba de donde estábamos y nos hicieron arrodillar.

-¿Quienes son?- Me preguntó Sara-Lee, que no sabía como reaccionar.

-No sé, pregúntales ¿No? Se ven amistosos.

Siendo honesto, no quería sonar tan mal, ni ser sarcástico, solo que así hablo yo, o al menos así trato a Sara-Lee, al fin y al cabo, nunca me dice nada.

-Vete al "Caramelo", Caleb.- Estaba muy molesta, lo sé, y debería tomármelo en serio, pero...

ESTUVO CERCA DE DECIR UNA GROSERÍA.

¿CARAMELO?

CADA VEZ MÁS ME PARECE QUE SUS PADRES LA CRÍAN DEMASIADO BIEN.

-¡De pie, preciosa!- Gritó una voz bastante conocida para mi gusto. Alex. Todos tenían máscaras pero fueron tan imbéciles que pusieron a una persona cercana a ella a hablar.

Ella frunció el ceño y se levantó despacio, mirando a la persona que le gritó fijamente, como pidiendo que volviera a hablar.

-Cierra los ojos y nada malo te pasará.- Esta ahora fue la voz de Josh.

Sara-Lee observaba fijamente, estaba uniendo los cabos. Si seguían hablando personas cercanas todo el plan se iría a la mierda.

Que son imbéciles.

Cuando por fin obedeció, la empujaron con suavidad hasta una camioneta amarillo con blanco, todo-terreno y realmente muy preciosa.

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