Capítulo 24.

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-Pudiste haberme enviado un mensaje, imbécil.- Se quejó Josh.

Es un puto grano en el culo.

-Pero no lo hice ¿Puedes superarlo?- Espeté con cansancio.

Llevo todo el día en el gimnasio puesto que hoy es la pelea y tengo que estar preparado.

-¿Superar que a mi mejor amigo no le salió del culo enviarme ni una puta imagen de Piolín por el gran partido de hoy?- También estaba desesperado.

-Vete al infierno.- Estoy harto. Todos me han llamado hoy para decirme algo de su puto juego. Alanna estaba presumiendo que capitaneó y ganaron, Josh estaba quejándose porque ganaron pero se llevó un pelotazo en el rostro, y Alex porque es un marica y estaba nervioso por esta noche.

¡Odio que me molesten cuando estoy entrenando! Malditos granos en el culo.

-Estoy en él desde que te conocí.- Chilló.

Rodé los ojos y vi la hora para confirmar que mis 15 minutos de descanso habían terminado.

-Tengo que colgar, Zamar ¿Para qué mierda dices que me llamaste?- Suspiré cansado.

Acabo de recordar que en dos semanas es la graduación. 

¡Oh mierda! Empieza la temporada de celo de las desesperadas en el instituto.

-Para avisarte que llevaré a dos personas conmigo a tu pelea.- Ya este perro empezó con sus cosas raras.

-¿Compraste dos malditas entradas de sobra?

-Mi papá las compró porque con mamá querían ir, pero chocó el auto y mamá lo castigó, no pueden ir así que sobran dos entradas.

-¿A quién mierdas traerás?- Imaginé los castigos de su mamá.

Son locos, como sostener un plato con la nariz, estar descalzo sobre hielo, arreglar la calefacción en el sótano malditamente tenebroso de su casa.

Su madre es muy original con esas cosas.

-Dos chicas, una es de la universidad del este y la otra es para ti.- Subí una ceja.

Su hablar burlesco me hizo imaginar quién era.

-No traigas a la Chinita, seguramente está odiándome, no respondió los mensajes que le envié y me dejó en visto.- Mi voz iba endureciendo conforme hablaba.

¡Me dejó en visto!

¿Quién cojones se cree que es?

-De hecho el visto fue mi culpa, me dio curiosidad y abrí la conversación.- Hizo una pausa y escuché como se movía.- Estaba con ella la tarde de ayer.

-¿Te dijo algo?- Me golpeé mentalmente por sonar tan interesado.

Ella no me gusta ni estoy enamorado de ella. Por lo tanto, no me importa si dijo algo o no sobre mí... 

Pero necesito saberlo.

-Lo de siempre, que estaba todo bien y que no está molesta con nadie.- Suspiró con evidente pesadez.- Encontré las dichosas pastillas en el último cajón de su cómoda.

-Explícate.

-Fui a su casa ayer porque a mí tampoco me respondía y ella es la única que sabe hacer esas trenzas de nigga que me quedan tan bien.- Es verdad, sus raíces afroamericanas no desaparecen por más que su madre quiera intentar hacerle interesar con su cultura asiática.- Entonces pasé por su casa y la encontré haciendo de esas cosas raras que hace con su cámara que queda tan bien... ¿Sabes que puede clonarse y aparecer en dos lados al mismo tiempo? Es asombroso.

HUG ME.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora