Intenté dormir más de media hora, pero los golpes secos que provenían de la planta de abajo no me lo permitían.
Varios pasos se escucharon subiendo las escaleras y yo en mi borrachera estaba más interesado en eso que en asistir a mi entrenamiento.
-A la Chinita la rechazaron, a la chinita la rechazaron.- Comenzaron a canturrear las voces de mi hermana y otra fémina.
¿Rechazaron a Sara-Lee?
¡Por Dios! ¿Quién fue el demente?
¿Ya le vio el trasero? ¿Será que es Gay?
No creo, hasta un Gay se la cogería.
-Chicas, ya cierren la boca ¿Si?- Murmuró/Gritó la "Rechazada" desde un poco más de distancia.-Ya váyanse a dormir y no me hagan subir por ustedes.- Risas irrumpieron por toda la casa y la puerta de la habitación se cerró con fuerza.
Mi papá me dijo una vez que una buena peda, se pasa comiendo. Y para ser sinceros, estoy muriendo de hambre.
Al comenzar a bajar las escaleras a tropezones y mareos, escuchaba el ruido desde la cocina de que había actividad dentro, sin mencionar el delicioso olor que emanaba de allí. Cuando al fin llegué, sano y salvo, a la planta baja, caminé a la cocina y apoyé mi hombro contra el marco, de brazos cruzados, mientras la observaba a Sara-Lee con la espátula en la mano, absolutamente sumida en sus pensamientos.
-Buenos Días. - Intentaba que mi voz saliera lo más seria posible, pero me sentía en las nubes. Mi vista saltó volando a la ventana de la cocina, que estaba abierta, y mis ojos se entrecerraron.
-Buen día.
¿Es ese un Jigglypuff?
-¿Tienes hambre?
¡BEBÉ, LLÉVAME CONTIGO!
-¿Caleb?
Ah no, falsa alarma, es otro unicornio verde con barba. Odio a esos tipos.
-¡Caleb!
-¡Perdóname, rey unicornio, no deshonraré más a tu gente!- Exclamé asustado.
Sara-Lee notó mi pequeña alucinación y se acercó a la ventana de la cocina para cerrarla y tranquilizarme. El rey unicornio quería quitarme mi presidencia en el club de cuernos de colores.
-Ya se fue, Caleb.- Dijo acercándose y colocando una pequeña piedra en mi boca.- Traga eso y pásala con agua.
-¿Para qué es?- Ya obedecí, ahora ¡Exijo explicaciones!
-Es una píldora, te ayudará a vomitar para sacar todo el alcohol en tu sistema y desintoxicarte.- Dijo dándome la espalda para hacer quién sabe qué mierda en la cocina.
-¿Sistema? ¡A poco ahora soy computadora!- Exclamé emocionado mientras di saltos de emoción.
-Si si, una "Macbook", ahora siéntate y come, no puedes vomitar si no hay nada en tu estómago.- Dijo empujándome de los hombros y sentándome en algún banquillo del pequeño mesón de la cocina.
-¿Tu no comerás, bello ángel?- Es tan tierna y sensual y hermosa.
¡Verga!
Me pone duro mirarla.
-Ya comeré después, primero hazlo tú.- Dijo sonriente y bajó la mirada con cansancio.
Disfruté mis huevos revueltos y macarrones con queso fundido con todo el placer del mundo, mientras ella solo estaba por quedarse dormida, sentada frente a mí. Mi estómago comenzó a doler y corrí al baño cuando una oleada de comida sin procesar se acercaba. Sara-Lee levantó con velocidad y me llevó rápido al baño, ya que yo solo no alcanzaba a llegar a ningún lado.
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HUG ME.
Teen Fiction"Su maldita dulzura de mierda, dejó mi alma con caries de por vida." Les presento a : Caleb "El espectro" Martinez y a su desastrosa vida -¡Esta es mi puta historia, Perras! ...