EXTRA 4

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Habían pasado cuatro meses desde el nacimiento de mi pequeña Porcelana y tres desde que los dos gemelos de Josh y Hong habían nacido. Se llamaban Travis y Harvy.

No entiendo esa obsesión de los padres de ponerles nombres parecidos a dos gemelos.

Me encontraba acostado en la cama de la habitación de mi mujer y yo, con Josh a mi lado. Nuestros hijos estaban dormidos en nuestros pechos y nosotros solo mirábamos al techo sin decir nada.

- ¿Puedes creer que tengo dos hijos?- Preguntó con ilusión y yo sonreí.- Y lo peor del caso es... Que son exactamente iguales a mi.

- Josh, tienes cuatro meses, aún no puedes saber eso.- Lo regañé.

- Yo puedo verlo en el tamaño de sus labios, ellos se parecerán a mí, ya verás.

- Pues pobre de ellos.- Dije y él río sarcásticamente.

- ¿Crees que ellos sean amigos cuando grandes?- Asentí de inmediato.

- Alguien tendrá que cuidar a Meraki cuando la molesten en la escuela por su albinismo, lo cual estoy seguro de que pasará... Los niños son muy estúpidos.- Dije y Josh suspiró.

- Deberás cuidar muy bien de ella.- Dijo y yo lo miré con una ceja enarcada.- Bueno, bueno... Deberemos.

- Es como tu sobrina y tus hijos serán como sus primos, todos deberemos protegerla.- Josh asintió dándome la razón.

- ¿Qué pretendes hacer?- Preguntó y me miró con duda.- No puedes tenerla en esta habitación por siempre pero debes cuidarla de que el sol la rostice.

La pequeña en mi pecho suspiró, lo cual hizo que Josh y yo lo hiciéramos también al mismo tiempo y de inmediato los gemelos en el pecho de su padre.

- Gastaré miles de dólares en protector solar contar que mi hija no se haga daño cada vez que quiera salir.- Suspiré.- Aunque creo que lo mejor es que salga más que nada de noche.

- ¿Piensas dejar que tu hija salga de noche en una ciudad como NY? ¿Acaso la amas?- Preguntó Josh y lo miré con los ojos entrecerrados.

- No sabes la suerte que tienes de que tenga a Porcelana sobre mí, de otro modo, estaría llenándote de golpes.- Josh giró los ojos y miró al techo.

Nuestras esposas estaban abajo preparando algo de comer ya que esta tarde comeríamos en el jardín de nuestra casa, donde mandé a plantar muchos árboles para que así hubiera sombra y nuestra pequeña pudiera jugar ahí sin tanto peligro.

De pronto mi mujer con su prima entraron sonrientes, y nos miraron desde el borde de la cama.

- ¿Ahora qué hicimos?- Preguntó Josh con terror.

- Dime que bajaste la tapa del baño, por favor.- Él me miró con temor y ahí lo supe.

Dios santo, van a matarme por su culpa.

- No venimos por eso pero lo resolveremos después.- Dijo Hong con severidad.- Ahora, Zamar, dame a mis hijos.

Tomó a ambos bebés y bajaron mientras mi esposa se recostó a mi lado, dejando su cabeza junto al cuerpecito de nuestra pequeña Meraki.

- ¿Crees que se parecerá a ti?- Preguntó a mi lado.

- ¡Oh dios! Ojalá que no.- Lloriqueé haciendo que Sara-Lee riera.

- Vamos a comer, tesoro.- Me besó en los labios.

Cuando llegamos al jardín ella tomó a mí pequeña Porcelana en sus brazos y yo me senté en la hermosa mesa de cristal que había en una esquina del jardín, justo bajo un árbol.

Comenzamos a comer la deliciosa Pasta carbonara que habían preparado las chicas.

- Y... ¿Ya pensaron en cómo estudiará Meraki?- Preguntó Hong.- Podrían impartirle educación desde el hogar, para que no se exponga y no la molesten los niños, que sé que lo harán... Tienden a ser muy estúpidos.- Dijo con Travis en sus brazos mientras Josh tenía a Harvy.

- Pues, queremos que tenga la infancia más normal posible.- Comenzó a decir Sara-Lee.- Así que mientras crece y es madura como para poder afrontar al mundo, estudiará en casa por medio de tutores y esas cosas, cuando tenga edad para entrar al instituto, lo hablaremos con ella y veremos qué pasa.- Asentí dándole la razón.

- No nos apresuremos con este tema, aún es una bebé, más adelante lo conversan, dejemos que las cosas se den solas.- Dijo Josh y Hong lo miró con una mirada asesina.

- Tu siempre quieres dejar las cosas al aire y que se solucionen solas ¿No ves que tienen que pensar qué hacer para que la niña no tenga problemas adelante?- Josh suspiró y besó la cabeza de su esposa.

- No he dicho nada de eso, solo que es muy pronto, no se apresuren o van a estar de los nervios todo el tiempo.- Hong suspiró y asintió dándole la razón.- Ahora ¿La marca Pamper's le hace mal a Meraki? Porqué los traseros de Travis y Harvy parecen escenas del crimen.

- No usamos pañales desechables, el dermatólogo dijo que podrían quemarle la piel así que usamos pañales de tela.- Explicó Sara-Lee.

La niña comenzó a llorar y ella de sacó el seno y comenzó a amamantarla para que se calmara.

- ¿Y lavas los pañales todos los días?- La pregunta me hizo ahogar con la comida en mi boca.

Sara-Lee sonrió con malicia y me miró, negué con la cabeza y ella asintió lentamente.

- Yo no lavo los pañales.- Josh y Hong abrieron los ojos de punta a punta y me miraron, Josh estaba aguantandose la risa.

Maldita traidora.

- ¿Te llenas las manos de caca?- De pronto ya no tenía apetito.

- No... Bueno...- Estaba buscando una excusa creíble y el moreno a mi lado estalló en carcajadas.- ¡Sara-Lee! ¡Mira, Josh se está burlando de mi!- Exclamé apuntando a Josh mientras Hong trataba de hacerlo callar.

- Ahora...- Respiró con fuerza trata di de calmar la risa.- Ahora te llamaré "El manos de caca"- Y explotó en carcajadas de nuevo.

- ¡Amor! ¡Míralo!- Él saltó del asiento y yo salté tras de él para darle su merecido mientras las chicas nos regañaban desde sus sillas con los bebés encima, quienes comenzaban a llorar porque el escándalo les despertó.

¿Recuerdan que dijimos que íbamos a ser adultos?

Pues no, olvídenlo, ni siquiera me gusta el críquet.

FIN.

HUG ME.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora