Dime la verdad [+18] - Terminada

22. Medialuna

"Y estoy pidiéndole al cielo

Que cuando me veas

Te pongas feliz"

Diego

Su trasero latino.

Está loca, es oficial.

Pensé que todo eso de las preguntas iba a ser un dolor de cabeza, pero la amistad con Laura era algo que se había dado muy natural. A pesar de que comenzamos a hablar porque nos extorsionaron, entre nosotros las cosas fluían como si llevásemos mucho tiempo siendo amigos. Me caía bien, muy bien. No era un secreto que a veces las chicas se ponían algo nerviosas cuando me acercaba o que me coqueteaban demasiado. Laura no era ninguna de esas; hablaba conmigo como si fuésemos muy amigos, y eso era algo que me gustaba mucho. Por fin una chica con la que tener una amistad real.

Una lástima que era una amistad que tenía que permanecer oculta...al menos hasta que el proyecto terminara. Aunque, ¿había dicho Michelle algo sobre ser amigos o solo se refirió a que no podíamos decir nada del proyecto?

Pregunta número 8: Nombre tres cosas positivas del otro.

—No vengativa, divertida, loca —murmuré, sin poder reprimir una sonrisa. Lo envié.

Me llegó un mensaje de texto.

Lautaro: Diegooooo, ¿Cómo que es mi sueño? El sueño de Nicol serás :P

—Nicol, mierda —dije, levantándome de la cama. Debía haber ido a buscarla veinte minutos atrás. No podía hacer nada mal porque apenas nos habíamos reconciliado, o eso creía. Me había respondido uno de mis mensajes diciendo que nos viéramos, y eso era un avance.

Seguía molesto con el tema Justin, pero iba a dejarlo hasta que estuviésemos bien. Tocar el tema era una pelea segura, y lo único que quería era estar bien con mi novia. Incluso en el último partido yo había apestado, y el entrenador me dijo que debía recuperar mi rendimiento.

—Llegas tarde —gruñó, apenas abrió la puerta. Me dejó allí parado sin siquiera darme un beso de saludo.

La abracé por la espalda y le besé el cuello.

—¿Vamos a comer? —pregunté en su oído.

Se giró alejándome y se cruzó de brazos.

—No.

—¿Una película?

—No —refunfuñó.

Miré a mi alrededor para cerciorarme de que estuviésemos solos.