Dime la verdad [+18] - Terminada

30. Impulsivo

"Con otra me va bien, pero contigo no sé.
Y yo que soy impulsivo. Espero que después de hacerlo no vaya a cambiar y me eches al olvido"

Oliver

Tantee los dedos sobre la mesa. Nunca me había pasado que una mujer me desconcentrara. Laura hacía que dudara de todo el auto control que pensé que tenía. Sin embargo, de a poco mis muros comenzaron a irse a la mierda y eso dio paso para que su imagen se instaurara en mi mente.

Y nada más ni nada menos, que la imagen de ella sonriendo o poniéndose nerviosa cuando me acercaba mucho. Hace dos semanas había estado con Laura en mi coche y seguía presente en mi cabeza.

¿En qué momento pasé de querer tirármela a querer algo más?

Alex tenía razón. Laura era alguien especial, y no era tan fácil despegarse de ella.

Y había sufrido... yo no quería hacerla sufrir.

Pero, todo eso era nuevo para mí. Me cogí ambos lados de la cabeza. Quería que mi mente volviera a lo mismo de siempre.

Ya me la tiré. Ok, siguiente.

Pero mi siguiente...era ella.

Intenté resistirme a su imagen y a su cuerpo en mi mente, y no pude. Aun así no le envié nada, ningún mensaje. Sabía que yo le gustaba a Laura y que cualquier movimiento que yo hiciese ella lo iba a aceptar. Así que me fui de fiestas y estuve con otras mujeres, muchas otras, tratando de superarla. Tratando de ser quien yo suponía que era.

Y Laura seguía allí.

La forma en que encendía mi cuerpo, sus comentarios juguetones, el rosado de sus mejillas, y su olor en mi nariz era un constante que al paso de los días no quería borrar.

—Alumnos, nos vemos la próxima semana. Les aconsejo que estudien —dijo el profesor, lanzando una mirada amenazante al salón. Me sacó de mis pensamientos.

—No podemos fallar en esta, Oliver. —Giré mi cabeza para ver a Alex, quien se agarró la cara entre sus manos y fingió estar llorando—. Es en la única clase que estamos reprobando.

Exhaló frustrado.

Se nos había pasado la mano con las fiestas y mujeres, y ahora estábamos los dos pendiendo de un hilo en esa clase. Y mi cabeza...en cualquier parte.

Mierda.

Me aclaré la garganta.

—Tendremos que hacer una pausa. He tenido resaca por muchos días—murmuré, rascándome la nuca. La verdad es que con lo sucedido después del coche con Laura, no había dejado de beber con Alex ningún día. Él no era así, sin embargo, noté que algo le sucedía a él también porque si no, nos habría frenado en algún punto. De todas formas no le pregunté, y así no nos detuvimos. Chicas, fiestas, alcohol. Esa fue nuestra constante.