47. Demuéstrame

17.1K 1.9K 1.1K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Demuestra con hechos que tu amor es puro y verdadero
Y dame una razón para vencer el miedo a estar unidos otra vez"

Laura

La verdad es que no desperté un mes después. Mi mente —así como todos la conocemos— fue la que despertó en un mes. Días después del accidente yo me encontraba físicamente bien.

No, no crean que me dio la locura. Simplemente... olvidé un poco.

—Amnesia post traumática. —Fue lo primero que dijo el doctor al hacerme un sin fin de preguntas. Estoy segura de que nadie entendió qué significaba eso pero todos se llevaron la mano —incluyéndome— a la boca como si hubiesen dicho que iba a morir en dos días.

La palabra amnesia la reconocía bastante bien, solo que no identificaba el por qué.

—¿Qué es lo que no recuerdo? —Pensé en el accidente. Claramente no lo tenía muy claro. Algunas imágenes dispersas llegaron a mi mente sobre haber estado llorando, y luego corriendo.

¿Me atropellaron o algo así?

Levanté las sábanas para ver mi cuerpo y moví todo lo que pude mover, descartando que hubiese quedado con algún tipo de secuela. Me dolía todo el cuerpo, pero —con dificultad— podía mover cada extremidad. Miré al doctor, un anciano que se tomaba cien años para hablar.

—No recuerdas el accidente, ni antes de el. ¿Cuál es tu último recuerdo?

—Si recuerdo antes del accidente —respondí, rápidamente. Me llevé una mano a la barbilla—. Yo estaba...

Oh, esperen. ¿Dónde estaba? ¿En mi casa?

—¿Sabes quienes son ellos? —preguntó, señalando a mis padres. Tenían una expresión de horror marcada en la cara. Lucían como dos personas que llevaban demasiadas horas sin dormir en absoluto.

Arrugué la frente, esperando que me dijera que era una broma, sin embargo, ningún músculo de su expresión se movió. Así que un poco intimidada y confundida, respondí:

—Mis padres.

—¿Y ellas? —preguntó, mientras le hacía señas a una enfermera que estaba en la puerta. Ella abrió y dejó entrar a Emma y a Abril.

—¿Mis amigas? Emma y Abril —respondí con un hilo de voz, casi como teniendo miedo a equivocarme. Terror a que me dijeran: ¡No, a ellas no las conoces! ¡Estás loca!— ¿Me pueden explicar qué sucede? —De repente, alguien se coló por la puerta sin que el doctor se percatara. Lo reconocí de inmediato: Oliver Ross, el hermano de Emma.

Dime la verdad [+18] - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora