43. Vámonos

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"Que tú me gusta', mami', eso sé
Y si también te gusto, bueno, entonces
¿Qué vamos a hacer con ese bobo?
Igual no me conoce, escapémonos esta noche"

Laura

Mis ojos se llenaron de lágrimas.

Definitivamente ya no podía más con mis propios sentimientos. Qué difícil es cuando ni tú misma te pones de acuerdo. Ojalá pudiésemos escoger qué sentir. Lamentablemente eso no era posible. Y no quería que él se diese cuenta de eso, de lo acelerada que me sentía ahora en su presencia.

Estaba haciendo todo de la forma incorrecta, y sin querer me convertí en la persona que no quería. Lo que había comenzado como un juego con Oliver, se convirtió en algo más. Y lo que había comenzado como un proyecto a escondidas con Diego —no sé en qué momento— también era algo más.

Me quedé quieta, con la respiración agitada.

—¿Qué? —Fue lo único que pude decir sin que me temblara la voz.

—Mírame —pidió. Tomé una respiración disimulada, y esbocé una sonrisa antes de girarme. Diego me miró con las cejas unidas en la frente, y una expresión de tristeza marcada en la cara.

—Creo que no he sido claro. —Comenzó a decir sin dejar de escudriñarme con la mirada—. He hecho las cosas mal, me doy cuenta —continuó, sin desviar su mirada. Sus ojos verdes contrastaban de una forma exquisita con su piel morena, que se había tostado más con el sol durante el día.

Sí, lo has hecho todo mal. Porque en el camino por conquistar a tu ex novia, me confundiste a mí.

¿O me conquistaste?

Iba a decirle que no se preocupara, que ya me iba a dormir, pero nos quedamos en silencio al escuchar a alguien corriendo por las escaleras.

Diosito, por favor que no sea Nicol que soy capaz de lanzarla escaleras abajo. Me portaré bien desde ahora en adelante.

Apareció Michelle con su sonrisa molestosa.

Lo que faltaba.

—Les envié un correo con preguntas —dijo con las cejas enarcadas. Levantó la mano ante mi expresión disgustada—. Y antes de que digan algo, les diré por qué deberían ir a responderlas de inmediato. Primero, si lo hacen iré a hablar con la profesora y le diré que Nicol se quiere cambiar de habitación y meter a un chico a la mía; y segundo, haré lo posible para que Nicol no se dirija a ti el tiempo que queda de paseo. —Se encogió de hombros, dirigiéndose a mí—. Intentaré que sea más que eso.

Dime la verdad [+18] - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora