50. A fuego

13.7K 1.5K 504
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Mereces una pieza en mi mansión
Merezco una pizca de tu calor
A mi día gris le pones color
Y a mi día bueno lo haces mejor"

Diego

—No quiero escuchar otra palabra, Diego. Te vas a Alemania. —Mi papá golpeó la mesa y me dirigió una mirada amenazadora.

—No quiero irme. ¡Estoy bien! —dije, de la forma más calmada posible.

—No discutas con tu padre. Si hacemos esto es porque nos preocupamos por ti —agregó mi mamá con los ojos llorosos—. Yo iré contigo, nos quedaremos donde Kai.

Ir donde Kai no sonaba para nada mal, extrañaba mucho a mi hermano. El problema era otro, que tenía que dejar a Laura. Y lo último que quería hacer era separarme de ella, sobre todo si no estaba recuperada en su totalidad. Pero mis papás insistían en que debía irme al otro lado del mundo para que recibiese la mejor atención médica posible. Tampoco los culpaba. Estuve a punto de morir, y las ojeras de ambos me decían que llevaban un mes sin dormir.

Tragué saliva.

—Acá también hay doctores —murmuré, sabiendo que la pelea ya la tenía perdida.

Mi papá se sentó en la cama, relajando su expresión.

—Tú sabes que Igor y Martha son expertos en rehabilitación. Me preocupo por ti, y quiero que puedas caminar lo antes posible. Nada me sacará de la cabeza que solo lo harás estando allá.

—Hijo, por favor —rogó mi mamá. Verla así me rompió el corazón, había estado tan preocupada que no quería que se estresara más.

—Lo haré con una condición —dije, sin saber si estaba en esa posición.

—Presiento que tiene que ver con Laura —murmuró mi papá.

—¿Laura? —preguntó mi mamá, esbozando una sonrisa cálida. Miró a mi padre, y asintió en su dirección.

—Pagamos los gastos de su estadía en la clínica, no te preocupes por eso —agregó mi papá—. Sabíamos lo preocupado que estarías, y sabíamos... —dijo, con la voz temblorosa, como nunca lo había escuchado antes— que sería una buena noticia que contarte mientras estabas en coma. Nos hicimos cargo de todo desde el primer día.

—Hemos conocido a sus padres también. —Mi mamá puso su mano cálida sobre mis piernas—. Son encantadores. Obviamente al principio no querían que pagáramos todo, sin embargo, les dijimos que queríamos hacerlo, y que ansiábamos en darte esa noticia a ti.

Dime la verdad [+18] - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora