Capítulo 9

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-Y así fue como sucedió la caída del muro de Berlin. ¿Preguntas? -Hurtado se encontraba sentado detrás del escritorio, en sus manos se encontraban unas hojas, por su aspecto debían tener mucho tiempo con él.

Era otro día más, sin cambios algunos.

-¿Siempre le tiembla la cabeza o es idea mía? -Susurró Coral, sabía que si la escuchaba reprobaría la materia.

-Señorita Bress, ¿algo que aportar? -Hurtado se había quitado sus lentes, su mirada era severa.

-No, todo me parece interesante.

-Bien, ya que le parece interesante, -El profesor se levantó de su asiento y caminó hasta el centro del salón. -todos me harán un trabajo sobre la Guerra Fría. -Se dirigió nuevamente al pizarrón, acto seguido, alcanzó una tiza. -Fecha de entrega, dos días. Lo dejaran en la fotocopiadora de la biblioteca.

Se escucharon murmullos en todo el salón.

-Viejo, eso es mucho. -Thyron bufó.

-Cuide su lenguaje señor Bress, no querrá anexar más al trabajo. -Hurtado colocó la tiza en su lugar, se giró y empezó a arreglar sus documentos dentro de su maletín. -A la próxima, no me importara aplazarlo, otra vez. -Tomó sus cosas y salió del salón.

-Ese viejito hará que me de algo, que bueno que mi hermano me ayuda con estas cosas. -Dany, un compañero de clases, no muy alto, de cabello negro y ojos saltones se acerco hasta donde estábamos. -¿Van al comedor? -Preguntó.

Ambas asentimos.

-Bien, las veré luego.

-Hasta luego. -Respondimos al unísono.

-Bieeeen, -Coral hizo énfasis en la "e", solía hacerlo cuando algo le daba mucha curiosidad. -¿qué hiciste para que Thyron hable de ti de la manera que lo hace?

-¿A qué te refieres? -Pregunté.

-¡Oh, vamos! Sabes a lo que me ref...

-¿Tienes un momento? -Interrumpió Thyron. -Quisiera hablar, a solas.

Coral lo observó, en su mirada se podía apreciar desprecio, ¿habrá ocurrido algo?

-Primo. -Pronunció ella.

Él solo asintió con arrogancia.

-¿Qué necesitas? -Pregunté, evitaba a toda costa verlo directamente a sus ojos, me seguían inquietando.

-La última vez que te vi, me hiciste la misma pregunta. -Se cruzó de brazos. -También te encontré en una situación diferente.

Solté el aire que había retenido.

-Bien. -Insistí.

-¿Que harás hoy? -Preguntó.

-Ehm, ¿hacer el trabajo? -Respondí con arrogancia.

-No, no vas a hacer el trabajo. -Alzó una de sus manos y la posó en mi hombro. -Sal conmigo.

-¿Por qué debería hacerlo?

-Porque siento que te debo una por lo del café. -Y allí estaba, esa mirada con ese brillo. "Maldita sea."

-No lo sé...

-Oh vamos, -interrumpió. -será algo como amigos, se que a tu novio, el aprieta tuercas, no le molestaría.

-Primero, -tome mi bolso y lo ajuste a mi hombro, justo donde estaba su mano. -no es mi novio. Segundo...

-Entonces perfecto, -esbozó una sonrisa de medio lado, al parecer al chico le gusta interrumpir. -nos vemos a la salida, no tardes.

-Pero...

¿Cómo saber sí es el chico correcto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora