Capítulo 36

11 2 0
                                    



Ale caminaba desesperadamente de un lado al otro al frente del salón de carpintería. ¿Dónde se encontraría Noah con su proyecto?

-¿Te contestó? -Aaron se acercó con despacio.

Ale se detuvo y lo observó, llevaba su pulgar en la boca, mordiendo su uña. Negó repetidas veces.

Él suspiró y volvió a entrar al salón. Ale siguió sumida en sus pensamientos, reprobaría la primera parte del curso y Alex no estaría feliz por ello. ¿Cómo iba a explicarlo? No había aprendido nada porque no había asistido a clases.

Tomó su teléfono y comenzó a textear, él debía responder de alguna manera.

Esperó.

Y nada llegaba, ni una llamada y ni un mensaje.

-¡Maldición! -Exclamó.

-Espero que sea así de entusiasta con la explicación que me debe. -Su profesor estaba apoyado en la puerta del salón. Ale lo observó con asombro. -¿Bien? -Preguntó.

Su profesor a penas le llevaba algunos años, era joven y carismático, podía ayudarte en la materia siempre y cuando viera colaboración de tu parte.

Pero Ale no había asistido y no había mostrado interés, estaba jodida.

-¿Uhm? -Frunció sus labios.

Su profesor suspiró y se acerco hasta ella. Su andar era elegante, relajado y seguro pero en su cara reflejaba cansancio, como si le pesara la cabeza.

-Vera, -Metió sus manos al bolsillo e inclinó un poco su cabeza. -no comprendo el porqué se inscribió. Pero, tal vez si hubieras presentado algo, no importa si fuera malo o feo, te hubiera ayudado. -Su expresión era de agotamiento. -No puedo hacer nada en esta situación.

Ale comenzó a rascar su brazo, era uno de los tantos tics nerviosos que poseía.

-Mi compañero dijo que se haría cargo, -Comenzó su explicación. -y confié en él. -¿De verdad fue porque la ayudaría o porque sentía un interés por aquel sujeto? -Sinceramente no sé qué ocurrió, dijo que estaría listo antes...

-Tu compañero es Noah, ¿no? -Su gesto fue pensativo. -Aviso que no podría venir, tuvo un problema familiar o algo así, -Se encogió de hombros. -¿no te aviso? -Ale negó. -Bueno, es una lastima.

-Pero...

-Lo siento, no estoy de humor para berrinches. Él a asistido a clases y suele enviar sus trabajos cuando no puede asistir. -Respondió tajante. -Nos vemos en Enero. -Concluyó.

El primer curso lo había raspado y si no se apresuraba con los demás irían por el mismo camino.

Necesitaba concentrarse pero él no salía de su mente y con eso, las jodidas preguntas e inquietudes que él generaba.

El coraje la consumía. Debía hablar con Noah pero, ¿cómo? Solía desaparecer del mapa y reaparecer por unos pequeños instantes.

Aaron salió del salón, llevaba su mochila en el hombro izquierdo y en el derecho el de Ale.

-¡¿Sabías que Noah no vendría hoy?! -Le preguntó con coraje.

¿Cómo saber sí es el chico correcto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora