Año nuevo.No había mucho que hacer.
Margaret había decidido irse. Su esposo le prometió comportarse en la cena de la empresa y esta accedió a gusto, habría champaña de la costosa y no se lo quería perder.
Alex se había "escapado" para verse con Coral y pasar el año nuevo juntos. Él aún no conocía a Sophia así que esperaba hacerlo luego de que sonaran las campanas.
Tomó un pequeño respiro y se acercó hasta la cocina. Tomó una copa, sirvió vino, tomó unas galletas de avena y se dirigió a su habitación. A pesar que le gustaba estar sola, los extrañaba. A ambos.
Observó su alrededor, todo estaba a oscuras y lo único que alumbraba eran las farolas que se encontraban en la calle. Volvió a suspirar, abrió la puerta de su pequeño balcón y dejo que el frío invernal arropara su cuarto, su cuerpo y su alma.
Fuera, ya hacia una mesita y una silla. Tomó su lapto y la dejo en la misma. Acto seguido, dejo su copa y galletas al lado de la lapto. Se adentro nuevamente en su habitación y se preparó. Monos, suéter, calcetines y una chaqueta, también optó por unos guantes y un gorro.
En medio de eso, su hermano le había llamado para informarle que todo iba bien, que se verían al día siguiente. Pero ella se limitó a seguir la conversación, quería compartir toda la felicidad que su hermano sentía pero no esa noche, esa noche quería guardarse toda la felicidad que sentía y adentrarse en aquello que no había sido capaz de enfrentar.
Salió nuevamente y se sentó. Dobló sus piernas, tomó la copa, sus galletas y tecleó un poco en su lapto. Por un momento, detuvo su respiración, frunció sus labios y se armó de valor.
Dejó que el vídeo se reprodujera con tranquilidad.
En el se mostraba una joven de apenas veinticuatro años, a su gemelo y sus padres. Había sido la ultima navidad que habían pasado juntos.
Los observó, riendo, listos para recibir el año nuevo juntos.
Los extrañaba muchísimo.
-¡Alex, te dije que dejaras el pavo en paz! -Su madre salió disparada hacía el comedor y le regañó. Alex solo reía, le gustaba hacer enojar a su madre. -¡Cariño, regaña a tu hijo!
Su padre ya hacia mirando el jardín y negó un par de veces, en su rostro se había dibujado una pequeña sonrisa. A él también la causaba gracia.
Ale se encontraba grabando el vídeo, decidió que ese año debía ser guardado en una cinta y poderlo observarlo después, cuando todos estuvieran con más edad y necesitaran recordar los buenos tiempos.
-¡Mamá! -Le llamó. -Saluda a la cámara.
Su madre se aproximo a ella y se arregló un poco.
-¿Estoy bien? -Le susurró.
-Perfecta.
Ale sonrió ante el acto de su madre. Amaba verla tan arreglada, preocupada y brillante. Era muy delicada con las festividades, le gustaba que todos y todo se viese bien.
-Bueno, cocine pavo. -Comentó con una sonrisa. -Lo rellené y lo coloqué al horno por cuarenta y cinco minutos...
-Mamá, tienes que decir cosas buenas, no tus recetas. -Le interrumpió Alex.
-No interrumpas la fama de tu madre. -Sugirió su padre con una sonrisa. -¡Lo estas haciendo bien querida! -Agregó.
-Por eso amo a tu padre. -Sonrió. -Ah, ¿en qué estaba?
ESTÁS LEYENDO
¿Cómo saber sí es el chico correcto?
Mystery / ThrillerCreyeron que, tal vez, sufría de una enfermedad mental pero no era así. Sus sueños le mostraban lugares, sucesos y personas que ella no recordaba, pero lo que más la atormentaban eran unos ojos de color intenso. ¿Por qué?, ¿quién era?, ¿qué quería...