//raro//

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—Y entonces cuando fui a la clase de piano de Marnie, su profesor me dijo que era excelente. No sabes cuan orgullosa estoy de mi adorable hija—La tía de Louis se tocó el corazón demostrando su afecto hacia su hija Marnie.

Todos empezaron a elogiar a la hija de la tía de Louis y yo me empecé a sentir más incómoda cuando me empezaron a hacer preguntas a mí.

—¿Estás saliendo con mi Louisito? —preguntó su madre alzando las manos y moviéndolas como si estuviera agarrándole las mejillas a alguien.

Me hundí de hombros.

—No, no. Somos… amigos—dudé ante mis palabras.

Una prima de Louis que estaba sentada frente a mí, giró los ojos.

—Louis jamás tiene una amiga. Seguramente te quiere sólo para follar.

—¡Brenda! —la reprendió su madre.

El chico sentado al lado de ella pareció avergonzado, al parecer Brenda era la que “dañaba” a su familia con su atuendo y sus palabras.

El señor Tomlinson se inclinó.

—¿No te gusta mi hijo?

Parecí sorprendida y negué rápidamente, mordiéndome la lengua tratando de no gritarles que sólo me ignoren.

—De hecho, padre. Estamos intentando algo, así que iremos arriba para ver una película—interrumpió Louis.

Lo miré con el ceño fruncido pero él me agarró del brazo y me llevó al que parecía su dormitorio.

—Marnie se acuesta con su profesor, es la única razón por la que saca buenas notas. Y Brenda es una zorra que algún día morirá de cáncer por fumar tanto—me espetó sentándose en la cama.

Abrí mi boca, asombrada por ese comportamiento tan repentino.

—¡Es tu familia! Además no puedes decir zorra a Brenda cuando tú eres un completo mujeriego—la defendí.

—Gracias—me sonrió sarcástico.

—De nada—yo le sonreí inocentemente.

Louis se echó a su cama bruscamente, soltando un gruñido.

—¿Realmente empezaremos a pelear? —preguntó notablemente aburrido y cansado.

—No—me senté a su lado—. De todas formas, ¿por qué le has dicho a tu padre que empezamos algo?

—Quería irme de ahí. Es estúpido que no lo hayas notado—sonó enfadado.

—Oh, lo siento por no adivinar lo que pasa por tu mente—dije en tono de voz chillón.

—¿No quieres irte? —me escupió.

<<Dios, no lo soporto>> pensé para mis adentros.

Rodé mis ojos.

—Te lo agradecería.

—Bien, lo siento. A veces no sé controlarme—se disculpó, incorporándose para mirarme a los ojos.

—Y que lo digas…

-

—¡Lydia! —Louis corrió hacia mí.

Cuando llegó, se inclinó y acomodó las manos en sus rodillas, jadeando.

—¿Por qué no te detuviste? —demandó.

—Porque no te escuché—dije, obvia.

—Me hiciste correr…

—Cállate y dime qué quieres—pedí interrumpiéndolo.

Se rascó la nuca con una mueca en el rostro.

—Nada.

—Bueno—respondí luego de unos instantes—, entonces me voy.

—Espera, ¿qué clase tienes? —curioseó.

—Estoy en el grupo de ajedrez—dije.

Retrocedió unos pasos, agarrándose de las cuerdas de su mochila. Lo miré confundida y él carcajeó.

—Eres una perdedora, joder. Eres como Dipper. No sé, pensaba que eras una chica mala.

Volteé todo mi cuerpo a él para mirarlo mejor, ya no por sobre el hombro. Louis se mordió el labio inferior mientras se encogía de hombros.

—¿Chica mala? —fue lo único que pregunté con diversión en el rostro.

—Sí, bueno, no lo sé—balbuceó.

—Adiós, Louis—me despedí después de sacudir la cabeza.

—No digas adiós todavía—se burló.

—Lo digo cuando...

—Eh, basta, gruñona—me interrumpió y se dio la vuelta mientras arreglaba su chaqueta, haciendo soltar a algunas chicas varios suspiros y grititos chillones. Realmente no tenía idea de que le veían a Louis.

(***)

Tenía muchas cosas que decirle a Louis Tomlinson, la primera era que dejara de ser tan arrogante y segundo gritarle que sea humilde con alguien al menos. Pero, todos sabían que Louis jamás me haría caso en algo, su actitud de chico malo cuando es todo lo contrario, me hacían querer arrancarle la cabeza y todas sus extremidades una por una. 

Brett estaba cocinando de nuevo y mamá le metía en la boca fresas con chocolate para luego besarlo. Hice una mueca de asco, nunca me había agradado la pareja que hacía mi madre y su novio el cual podría ser su hijo pero no me importaba aunque a veces se pasaban de actitudes cariñosas.

Mi teléfono sonó cuando estaba leyendo Hamlet para mi trabajo de literatura. Era típico leer Hamlet en el último año de preparatoria. 

La voz de Louis del otro lado de la línea me hizo fruncir el ceño.

—¿Cómo conseguiste mi número?—demandé.

Soy Louis Tomlinson—respondió. 

Y ahí iba de nuevo.

—Bien, Louis Tomlinson. ¿Quién te dio mi número?—pregunté, recalcando su nombre y apellido.

—Dipper—dijo, fácil.

Rodé los ojos, había sido una tonta. Claramente él acudiría a Dipper y éste le daría hasta mi talla de calzones sin siquiera saberlo. 

—¿Qué quieres?

—Bien, esto es rápido.

—Claro...

—Mañana iré al cine con unos amigos y...

—No.

—¿En serio?—parecía sorprendido.

—Sí—contesté.

—¿Qué estarás haciendo mañana?—curioseó.

—Estoy leyendo Hamlet para el trabajo de literatura. Si no te interesa, colgaré—espeté.

—¿Había un trabajo de literatura?—preguntó. 

Mordí mi lengua ligeramente para no reír.

—Sí, Louis. Había uno—confirmé.

—Oh—soltó.

—Tengo que leer, adiós—repetí.

—¿En serio no saldrás conmigo? No estaremos solos, no—aseguró.

Suspiré y eché la cabeza hacia atrás.

—Lo pensaré, Louis. 

Hannah Murray como Lydia Benson♥ ¡GRACIAS POR LEER!♥ LAS AMO. 

popular || l.tDonde viven las historias. Descúbrelo ahora