Alterado

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Malo:

Traje a Emma a una pizzería poco conocida, pedimos una pizza familiar, pero noto a Emma un tanto pérdida.

-Ya sueltalo -Muerdo mi rebanada de pizza.

-¿Cómo sabes que quiero decirte algo? -También muerde su pizza.

-¿Recuerdas cuando tenías ganas de contarme lo que le hiciste a tu padre? -Asiente mordiendo de nuevo su pizza- Pues actúas de la misma forma que esa vez, anda dime.

Emma deja la orilla de la pizza sobre su plato.

-Quiero mi libertad, Malo.

Dejo caer la pizza en el plato.

-Ya la tienes, Emma, ya eres libre de Carlisle.

-Pero no soy libre de ti -Baja la cabeza-, quiero irme lo más lejos que pueda de este país, empezar de nuevo, poder tener un hogar, poder tirarme en mi sillón y ver una serie de televisión, tomar todo el café que quiera, comer lo que quiera, dormir por fin, trabajar en cualquier cosa, solo quiero ser libre de ti y de...

No la dejo terminar, golpeó la mesa tan fuerte que todos se giran a vernos.

-Lo qué quieres es imposible -Le sujeto la muñeca-. Yo te liberé de...

-¡Tú no hiciste nada! -grita y se suelta de mi agarre- Yo te liberé de prisión, fui yo quien se liberó de Carlisle, tú...

Comienza a llorar.

-¿Yo qué, Emma? -La reto con la mirada- Anda, dilo.

-Tú solo me utilizaste y ya estoy cansada de eso, estoy harta de ser tu muñeca, estoy cansada de estar viva y no poder vivir.

-¿Eso piensas? -Sujeto su cara con fuerza- ¿Piensas que solo eres una más? Tú me perteneces, Emma Kenet.

-Sueltame -dice con desprecio.

-Responde.

Emma trata de liberarse de mi agarre, pero le aprieto más la cara.

-Dije que respondieras.

-¡Sí! Eso es lo que pienso.

La suelto, me duele mucho lo que está diciendo, pero tiene razón, no he hecho absolutamente nada por ella.

-No quiero perderte -susurro.

-Me perdiste hace mucho, Malo -Toma sus mejillas.

-Esta bien, eres libre de irte -Dejo las llaves del auto frente a ella-. Por favor, mantenme al tanto de ti, al menos deseo cuidarte.

Emma se encoje en su lugar.

-Me gustaría llevarme a Tara.

-Yo te llevo a la niña a dónde me pidas.

Suelta un suspiro.

-Y también a Derek.

¿Qué fue lo que dijo?

-¿Perdón? -digo anonadado.

La hija del coronelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora