Incentivo

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Emma:

De nuevo no pude dormir, al menos esta vez no fue por mis incómodos sueños, creo que simplemente me escaparé, no puedo perder al hombre que amo, no otra vez.

Reviso el reloj, mi hermana no tarda en llegar, será mejor que le envié el mensaje a mi Malo.

«Hola, ¿a qué hora te veo?»

Me sorprende ver que me responde casi al instante.

«Sabía que sólo necesitabas un incentivo, la reservación es a las 8:30 pm, te estaré esperando, ¿quieres que lleve condones por si las dudas?»

Quisiera golpearlo en este instante.

«No vamos a necesitarlos»

Casi puedo verlo sonreír a través de la máquina.

«No pensarás igual una vez que te robe un beso, pero atente a las consecuencias de tener sexo sin protección»

—Idiota —susurro.

«No te creo»

Espero un rato su respuesta, comienzo a impacientarme y vuelvo a escribir.

«¿Todo está bien?»

Su respuesta llega muy rápido está vez.

«Tengo que organizar algo, te veo en la noche, te juro que te encantará»

Me hecho para atrás, ese mensaje me ilusiona mucho, tal vez este preparando la habitación del hotel. No sé si estoy preparada para esto, diablos, estoy tan nerviosa como una chiquilla de quince años, pero no todos los días pierdes la virginidad, tengo derecho a estar nerviosa.

Golpeteo la mesa donde descansan mis computadoras. No puedo con esta tensión.

Me levanto de la silla y bajo al bunquer, me meto en lo que sería la cocina y pongo a hervir agua, voy a necesitar toda la cafeína posible, le agregó tres cucharadas de café y dejo que hierva por completo.

Tengo que calmar mis nervios, Clara no puede descubrir nada de esto. Sirvo mi café en una de las tazas y subo hasta mi mesa de trabajo.

Terminé con todo el café que preparé y mi hermana sigue sin aparecer, me temo lo peor. Reviso por enésima vez mi teléfono buscando un mensaje de mi hermana, pero no tengo nada, ni siquiera de Carlisle, no quiero llamarle a Tara, tal vez sólo la altere, tal vez Clara pasó al odioso Starbucks por café, detesto ese café, pero ella lo ama con todo su ser.

No estaría tan nerviosa si el Malo pudiera hablar conmigo, pero en parte no quiero arruinar la sorpresa. Término suspirando y le envió otro mensaje.

«Tengo muchos nervios»

Su respuesta se tarda por lo menos una hora, la pantalla de respuesta interrumpió mi juego de solitario.

«Tranquila, hermosa, quisiera calmarte de otra forma, pero tengo trabajo, espera a la noche y te quitaré ese nerviosismo con infinidad de besos»

¿Acaba de decir que tiene trabajo?

Creí que su operación era en una semana.

Estoy a punto de responderle cuando tocan la puerta, por fin llega Clara. Desactivo los escáner y salgo a la escalera.

—Dos minutos, corre.

Regreso a mi lugar y apago la comunicación con mi querido criminal. Escucho sus pies subir pesadamente la escalera, anoche debió ir a tomar.

—Espero que no traigas café de Starbucks, llegas demasiado tarde...

Todo mi cuerpo se congela cuando me encuentro con Carlisle, ¿qué hace él aquí? ¿En dónde está mi hermana?

La hija del coronelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora