Desconfianza

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Emma:

Estoy muerta, esa computadora no quería funcionar, pero al final conseguí hacerlo. Me detengo en el pasillo cuando escucho dos voces conocidas.

—¿Lo conseguiste?

—Claro —dice mi hermana—, lo hice dudar, ya verás que pronto el Malo deja a mi querida hermana, me muero por ver la cara de mi padre cuando vea que su amada hija trabaja para el criminal que más odia.

—Prometiste ser prudente, Clara —La voz de Mackenzie me hiela—. ¿Ya hablaste con tu padre sobre tu hermana?

—Sabes que sí, pero se niega a creer que Emma lo traicionaría, dice que si me aceptó como informante es porque logré entrar a la organización del Malo, pero que no espere una medalla, solo me la dará si le entrego con vida a mi querida hermana.

Escucho como se ríen, esto es malo, nunca creí que Mackenzie fuera a traicionar a Joshua por celos.

—Ya veremos, recuerda que en tres días tú, el Malo y Derek saldrán a hacer un favor, nadie va a proteger a esa perra, yo le entregaré al coronel a tu hermana y le diré al Malo que ella fue quien se largo, por fin nos desharemos de ese estorbo.

—Ya era hora, siempre ha sido una mártir, por fin cobraré venganza, me quitó lo que más amaba y ahora haré lo mismo.

Siento que el aire se me va, ¿todo es por Connor?

Yo lo amaba, jamás habría permitido que muriera, al parecer él tampoco quería perderme.

Busco un lugar por dónde escapar, pero solo podría volver con Michael y sospechara que algo pasa, quiero que Joshua sepa esto antes que nadie.

—Dile a tu padre que en tres días tendrá a su hijita, así que no hagas nada que nos delate, ¿entendido?

—Claro, Mack —Escucho que se besan—. Te invito un trago, por el fin de los días de Emma.

Escucho sus pasos, espero unos minutos para salir corriendo de ese lugar, tengo miedo, mi hermana me odia tanto como para hacer esto.

Me estrello contra Derek, justo a la última persona que debía ver, se preocupará de más.

—¿Pasa algo, Emma?

Niego, tengo que calmarme.

—Nada, Joshua me prometió algo y estoy ansiosa por eso, no te preocupes. Disculpa.

Me voy de nuevo, entro corriendo a la habitación que compartimos en este hotel, es bonita, no es como su casa, pero me hace muy feliz aquí.

—¿Paso algo, amor?

Asiento a él no le puedo mentir.

—Escuché hablar a Mackenzie...

—No quiero tener esta discusión de nuevo, ya lo hablamos en la tarde, amor.

—Joshua, es serio, me quiere entregar a Carlisle.

Joshua por fin lo toma en serio, se ve muy molesto.

—No se atrevería, no es idiota, Emma.

Me acaricio los nudillos, yo tampoco lo pensaba capaz, pero así es.

—Clara también está involucrada —Parpadea perplejo, algo pasó entre ellos—. Clara te dijo algo, ¿me equivoco?

—Me dijo que te irías con su padre, así, su padre. Tú siempre lo llamas Carlisle y con odio, ella...

—Con anhelo, lo sé, siempre ha sido así. Irás a un favor en tres días...

—¿Cómo lo sabes? No quería preocuparte, ¿quién te dijo?

Trago pesado.

—Ellos, se ponían de acuerdo con eso para que Mackenzie me entregué a... no quiero ni pensarlo.

—¿Cómo puedes estar tan segura que lo harán?

Tomo sus manos, tiene que creerme, no quiero decirle sobre los celos de Mackenzie, pero me está obligando.

—Clara me odia por lo de Connor.

—¿Qué tiene que ver Connor con Clara? —dice molesto.

—Amor... Tara es hija de Connor —Sus labios se separan—. Clara me culpa de su muerte y en parte tiene razón, ese día me enteré que estaba embarazada, yo solo quería irme para no poder ver a Carlisle nunca más, me distraje y Connor me cubrió, la bala le atravesó el estómago, traté de parar la sangre, le pedí que se quedara, le dije de su hijo, murió en mis manos pidiéndome que cuidara de ambas. Clara me culpó de su muerte y yo... yo entendí porque no debemos involucrarnos en casos con personas cercanas, maté a todos... necesitábamos un testigo clave para un fraude y estuve a punto de perder mi placa, pero Carlisle intervino e hizo de mi vida un infierno.

Joshua me abraza, nunca había hablado de esto con nadie, me siento libre.

—¿Y Mack que tiene en tu contra?

—Todo, tú sabes que me odia.

—No es motivo suficiente y lo sabes, Emma —Me observa de pies a cabeza—. Tú me ocultas algo, ¿qué sabes?

—Joshua, no es momento para eso, solo créeme, esos dos nos intentan separar.

Niega, me duele que desconfíe de mí, lo único que quiero es que me crea.

—Mack no me traicionaría de esa manera.

—¿Y yo sí?

Por fin me mira a los ojos, duda en venir a abrazarme o decirme que no confía en mí.

—No, yo comprendo mejor que nadie tu odio hacia el coronel, pero esto es asunto de tu hermana, no de Mack.

Estoy desesperada, no puede llegar a ver que Mackenzie me odia hasta el punto de traicionar a la persona que ama.

—Entonces llévame a tu favor —Mis manos tiemblan—, solo estaré segura a tu lado.

Joshua niega y se aleja aún más de mí, eso duele.

—Ninguno irá, no le avisaré a Mack que no iré hasta ese día, si de verdad me va a traicionar como dices... —Suspira, se nota que le duele— ese día perderé a un hermano o a mi mujer.

Parpadeo, es muy injusto conmigo, demasiado injusto.

—Bien, si así lo deseas iré a buscar otro lugar a dónde dormir.

Salgo de la habitación furiosa, nunca me va a creer, sabía que Mackenzie estaba por encima de mí, no debí pensar que me elegiría a mí, soy una idiota.

Me voy a la sala de espera, está desierto por aquí, me recuesto en el sofá más grande que hay aquí, me duele saber que su propuesta solo es de dientes para afuera, no quiere ser mi esposo ni nada, solo su banda importa.

Dejo que el sueño me gane, necesito descansar, tener mis últimas horas en paz, Joshua dejará que me entreguen a lo que más odio, al coronel Carlisle Kenet.

La hija del coronelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora