Escape I

465 34 0
                                    

Malo:

No pude dormir en toda la noche, estoy muy preocupado por Emma, se veía muy enojada y temo que haga alguna estupidez. Salgo temprano a las duchas, espero que el agua fría me mantenga despierto.

—¿Escuchaste el rumor? —pregunta un compañero.

—¿Quien no? Pobre Kenet, su padre la obliga a ser su muñeca personal, ¿de verdad se parece tanto a su madre?

—Todos dicen que si, solo sus ojos son distintos a los de su madre —Suelta el aire—. Cómo me gustaría que Kenet fuera mi chica.

Doy un paso al frente dispuesto a reventarle la cara, pero Derek se interpone.

—Vas a hacer que te maten —Me empuja hacia atrás—. Cálmate y respira, dudo que quieras perder esa pulsera tuya.

Maldita voz de la razón, no quiero irme al confinamiento, eso la haría enfurecer.

—Gracias.

Me apresuro a bañarme, pero me quedo un rato más para poder maquillar mis tatuajes. Los adoro con mi vida, pero no puedo andar por ahí luciendo mi tinta en la piel.

Cuando salgo del baño me encuentro con Derek en mi celda, no creo que su visita sea amistosa.

—¿Qué buscas?

—Solo quería hablar contigo sobre ayer, pero creo que me has estado ocultando cosas, como que estás saliendo con Emma Kenet.

Me quedo helado, ¿cómo sabe de mí y de Emma?

—Derek...

—Encontre esto —Me arroja una bola de papel—. ¿Desde cuándo sales con ella?

Abro la bola de papel y encuentro una nota de Emma.

«Corre a la puerta de atrás, sé que la conoces, te amo. Emma»

—Derek, sé que esto no suena bien, pero...

—Pero la enamoraste para que te diera todo en bandeja de plata —concluye por mi.

—No, no es así —Me peino un poco—. Estoy enamorado de ella desde hace mucho, de hecho salíamos desde antes de que entrara aquí.

—Pero sabías que ella era la hija del coronel, aceptaste salir con ella y aprovecharte de eso.

—No, te juro que nunca fue esa mi intención con ella y no, no sabía que era la hija de Kenet —Suelto el aire ante su expresión—. Nos conocimos en un sitio de citas, yo le mandé una foto mía, pero ella se resistía a enviármela, cuando me vio aquí supo que era un criminal y aún así me ama, yo también la amo a pesar de todo y por eso no voy a dejarla.

Derek se truena los nudillos, actúa celoso y eso no me agrada demasiado. Yo soy el único que puede celar a Emma, ella es mía, no dejaré que nadie me la quite.

—Te ha estado ayudando, ¿me equivoco?

Niego, no soy el único con pulsera de buen comportamiento, debería saberlo.

—Sabes muy bien que no la usaría, solo quiero estar con ella, en serio la amo.

Derek se gira y se detiene en las rejas, esto se pondrá feo.

—Esto no estaba anoche.

—Derek...

—¿Es de Emma?

Suelto el aire, no entiendo porque le molesta tanto que salga con Emma.

—No puedo controlarla, le pedí que parara, pero no lo hizo.

La hija del coronelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora