❝to the world, neo culture technology❞
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—Estás segura de que no puedes venir.— Johnny había hecho un puchero, quizá con eso conseguiría que su novia fuese a verlo.
—Lo siento, Johnny, sabes que me encantaría ir, pero- —rápidamente fue callada por él.
—Tienes la agenda ocupada.— dijo y Asin ganas, no era la primera vez que ella se negaba, aunque tampoco la culpaba, tenía que estudiar. Todo por su futuro. —No te preocupes, te entiendo perfectamente.
—Oye... ¿no estás enojado?— preguntó al verlo serio.
—¿Por qué debo estarlo?— excusó Suh. —Sé que haces todo lo posible por lo nuestro.
—Por cosas como esas y más, es que te quiero, lo sabes, ¿verdad?— dijo ella, pues a pesar de que sabía que estaba algo triste y quizá un poco enfadado, igual lo endulzada.
—Claro que sí, y yo también.— continuó.
—Tengo que cort-— pero antes de que pudiese continuar fue cortado, nuevamente en una videollamada con ella.
—¡___! ¡___!—chillaba. —¿Cómo estás? Te hemos hechado de menos.
—Hola Haechannie— saludó cortésmente, pues la relación que tenía con ellos era muy cercana. —, yo he estado muy bien. También los he hechado de menos a todos, haré todo lo posible por ir pronto.
—Oye niño, no intentes seducir a mi novia.— se quejó Johnny tratando de alejarlo de la cámara.— Vete. Fuchi.
—¡No trato de seducir a ___!— volvió a chillar ¡Taeyong!— dijo el chico saliendo de la habitación.
—Voy a cortar,— despidió algo apagado ahora, más que anteriormente. Odiaba las despedidas. —Mañana es el concierto, sabes.
—Está bien— ella estaba del mismo modo —, descansa.
—Tú igual, princesa. — dijo ya dispuesto a colgar.
—Oh, —llamó antes de que lo hiciera. —¡Johnny!
—Dime.— dijo y la observó, pero dejó un leve silencio esperando para decirlo.
—Te amo.— soltó por fin.
—¡Ay!—aquello le había subido los ánimos, la mayoría de las veces se lo decían, pero proviniendo de ella, era totalmente diferente. —Te ves tan adorable cuando lo dices, me gustaría estar ahí para agarrarte los cachetes,— suspiró, había sido muy cursi. —eres tan preciosa.
—Ya~ —dijo algo sonrojada.
—Yo también te amo,— despidió, algo apagado pero más feliz por lo dicho anteriormente. —descansa y abrígate que no quiero que atrapes un resfriado.
Es díficil despedirse, más cuando su novio está al otro lado del país. Por suerte pudo conseguir las entradas para el concierto, además de poder hablar con el staff y tener el permiso de primera fila.
