Un día soleado, apenas para hacer un viaje a un lado cualquiera. O mejor quedarse en casa hasta tarde viendo la tele y comiendo montones de ramen. ¡Cómo amaba el ramen!
—¿Hola? —dije contestando mi teléfono.
—Hola preciosa —escuché la preciosa voz de Yang Yang a través de la línea. —¿Cómo estás?
—Muy bien, —Yang Yang, en una sola palabra podía alegrar mi día. ¿Cómo lo hacía? No lo sé. —¿Cómo estás tú, Yang?
—Muy bien preciosa, —podía escuchar como luchaba con sus amigos por mantener una conversación estable conmigo. —¿Tienes día libre?
Mi trabajo siempre había sido muy pesado, papeles, horas sin descanso, pocas horas para sentarme. Aunque no me quejo, era a tiempo completo y pagaban muy bien, lo suficiente para poder pagar mi departamento, mi comida y otras cosas.
No trabajaba de mesera, ni tampoco de bartender, mucho menos de cajera. Yo era la asistente de un Ceo, y era el trabajo más díficil que podía haber. Sólo tenía como día de descanso, los domingos y eso era un tal vez.
—Sí, tengo día libre, por fin. Estaré todo el día en casa. ¿Ustedes van a salir?
—Sí, y queríamos que fueras. Pero mejor quédate y descansa, podemos salir tú y yo otro día, ¿Te parece?
—Sí —dije un poco decaída —,está bien.
No era su culpa, más bien, yo tenía la mayor carga, ya que era yo la que siempre pasaba ocupada, y todo por culpa del maldito trabajo. Aunque no me quejo, gracias a ese maravilloso “trabajo”, conocí a Yang Yang.
—Bueno linda, nos vemos después.
—Adiós. —dijd y corté.
Arrojé el teléfono por algún lado en la habitación. Apenas eran las nueve de la mañana y yo ya me sentía la mayor basura del universo y simplemente por cancelarle a mi novio por tercera vez en el mes.
Cerré mis ojos intentado despejar mi mente y fue cuando me dí cuenta de que me quedé completamente dormida. Estaba cansada.
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El sonido de mi teléfono me despertó. Eran las 3 de la tarde, había dormido demasiado y tenía planes para hacer cosas en la tarde, y ahora era muy tarde para poder realizarlas tranquilamente.
—¿Hola?
—¡Hola mi niña! —era Yang Yang. —¿Qué hacías que no contestabas? Es la tercera vez que te llamo y no atendías, pensé que te pasó algo malo.
—¡Ay Yang! Suenas aún más lindo cuando estás así. —contesté aún medio dormida. —Tomé sin querer una pequeña siesta de... Seis horas, mi teléfono me despertó.
—Oh... ¿Bueno, en ese caso, podrías hacerme un favor?
—Sí claro, lo que sea. Dime.
—Sal a tu patio. No preguntes por qué.
—¿Qué? —estaba confundida, realmente confundida.
—Sólo ve y no cortes aún.
Comencé a caminar aún con el teléfono en mi oído. Podía escuchar la respiración nerviosa de Yang tras la línea.
—¿Ya vas a llegar? —preguntó de repente.
—Estoy poniéndome los zapatos. ¿Por qué la insistencia?
—Te dije que no preguntes.
—Bien. —dije pasando la puerta para llegar al patio. —Aquí estoy. Para qu...
Quedé sorprendida al ver todo lleno de luces y flores. Había una mesa con mucha comida y entre ellas ramen. Había una sola mesa para dos personas. También había música no fuerte. Estaba todo perfectamente hermoso. Y sabía de quien era obra. Liu Yang Yang.
—Voltea. —dijo aún en el teléfono. Yo hice caso. —Sorpresa. —a pesar de estar frente a mí, aún seguíamos en una llamada.
Yo solté el teléfono y me acerqué a abrazarlo y besarlo. Era una hermosa sorpresa.
—¿Te gusta? —preguntó con una sonrisa.
—Tanto como tú. —respondí de la misma manera.
Los dos nos acercamos a la mesa, él corrió la silla como todo un caballero para que yo pudiera sentarme, y luego se sentó frente a mí. Lo gracioso después de eso, fue ver a sus amigos siendo meseros para nosotros.
—¿Qué vas a comer, ___? —preguntó su amigo Xuxi.
—Ramen, por favor.
—¿Y tú Liu?
—Ramen, también, por favor.
—Con todo el gusto. —dijo y se fue.
Mientras intentábamos llevar una conversación estable, su amigo Chittaphon se acerco y nos sirvió las bebidas.
—¿Cómo y cuándo se te ocurrió todo esto?
—¿Cómo? Bueno, sé que has estado muy ocupada con tu trabajo y nos has podido descansar, por eso no has podido salir conmigo. Así que si no podía llevarte afuera, trage afuera hacia ti.
—¡Eres un amor, Yang!
—No he terminado. —dijo riendo. —¿Cuándo? Esta mañana cuando dijiste que no irías con nosotros. Así que los convencí de hacer esto.
Yo estaba muriendo internamente mientras el me contaba todo esto.
—Su ramen señorita y señor.
—Gracias. —dijimos los dos al unísono.
Disfruté de un buen ramen, junto a un buen novio y sus buenos amigos, definitivamente la mejor tarde de todas.
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nct stuff ✧ nct
Fanfiction❝to the world, neo culture technology❞ ⊱꒱ main: nct ot23 ⊱꒱ cositas variadas con los veintitrés miembros de nct ⊱꒱ contenido variado, no incluye +18 ⊱꒱ si no te gusta, no critiques ni insultes ✧ libro finalizado/completo ✧ ✧ se prohíbe toda copia, a...