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[019]; Xiaojun.

Dos simples palabras: amor y pasion. Dos simples palabras son las que hacen que yo sea feliz. ¿Qué era lo que lo hace aún mejor? Pues, muy fácil. No es un qué, si no un quién. Xiao de Jun, o como me gusta llamarle, Xiaojun.

—Cariño, ¿Sabes dónde dejé mi... ¿Dónde vas? —preguntó él acercándose a mí.

—¿Cómo que a dónde? —pregunté indignada. —¿Acaso no prestas atención a lo que te digo?

—Siempre y cada palabra. —dijo sin pensarlo dos veces. —¿Por qué?

—¿Por qué? Jun te dije que saldríamos y hoy. —dije recordándole

—Sí, pero pensé que era algo formal. —yo reí olvidando mi enojo.

—Ay tontito. ¿Cómo haces?

—¿Hacer qué? —preguntó coqueto acercándose más a mí.

—Eso, ¿Cómo haces para que yo olvide mi enojo? Eres la única persona que puede hacer eso. —dije cambiando mi color a uno carmesí.

—No lo sé. —agregó cortando la distancia entre nosotros para plantar un delicado beso. —Termina de prepararte. Pongámonos la ropa de pareja que tanto anhelas que usemos. —finalizó tomándome de la cintura, yo asentí.

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Un parque completamente vacío, raro. Cuando un parque está vacío, puede venir a varias razones, ya sea una catástrofe o algún tipo de envenenamiento. Opto por la segunda.

Recuerdo perfectamente este sitio, fue donde conocí a Jun. Lo recuerdo bien, el venía caminando y yo, bueno despistada como siempre, chocamos y a él se le cayó su teléfono y a mí también. Lo intercambiamos sin darnos cuenta. Fue ahí que comenzó nuestra amistad, hasta lo que somos ahora. Sin darme cuenta reía sola.

—¿De qué te ríes? —preguntó Jun.

—De nada... Sólo recordaba el día en que nos conocimos aquí. —dije observándolo mientras reía.

—Ya veo, te da risa ser tan tonta que hasta que no chocaste con un extraño...

—¡Oye! ¡Mis sentimientos idiota!

—¿Tienes? —dijo sarcástico.

Yo le fulminé con la mirada. Me hacía gracia, saber que de no haber sido muy tonta no habría conocido a la persona que más amo en este momento y la que seguiré amando.

—Te tengo una sorpresa. —dijo con una brillante sonrisa. —Cierra los ojos y quédate aquí.

Yo obedecí, me quedé ahí y esperé. Hasta que siento como ponen manos encima de mis ojos, significaba que estaban poniendo una venda sobre mi campo de visión.

—¿A dónde me llevas? —dije en medio de risas.

—No te alarmes. —dijo una voz masculina, no era la de Xiaojun. —Soy Chittaphon, un amigo de confianza de Xiaojun. Estamos aquí como parte de la sorpresa.

Eso me dejó un poco más calmada, al menos sabría que no sería raptada por Aliens.

—Siéntate... Aquí. —dijo el tal Chittaphon. —No tardará mucho, sólo danos unos minutos, ¿Sí?

Yo asentí.

Cerca de 2 minutos después, escuché música suave, una guitarra para ser exactos.

—Puedes quitarte la venda. —dijo la voz por el micrófono.

Al quitarme la venda, me vi sentada en una silla, frente a un pequeño escenario adornado con luces y flores. El mejor adorno era mi novio, quien sostenía una guitarra.

El comenzó a cantarme una canción, la cual explicaba el día en que nos conocimos hasta este momento, mientras que sus amigos le ayudaban con el coro. Era mágico, todo, el día, el lugar, él, todo.

—Feliz primer año, ___. Realmente no me arrepiento de nada en este tiempo, tengo todo lo que alguien podría haber deseado, te tengo a ti y es lo que en realidad me importa. Gracias por aguantarme este tiempo. Te amo, ___.

Rápidamente corrí hasta sus brazos para abrazarlos y plantarle un beso.

—Yo también te amo, Jun.

Simples palabras: amor y pasión. Malditas simples palabras que hacían de mi vida, cada vez mejor. Lo más chistoso, es que, no son las palabras que me ponen feliz, si no la persona quien hace que haga efecto. Y ése, era él.