nct stuff ✧ nct

[008]; Jaehyun.

—No, no, no y otra vez no. Ni lo pienses.

—Pero, ¿Por qué no? Será divertido, te lo juro.

—Ya sabes que no me gustan ese tipo de cosas, así que no y no me harás cambiar de opinión. —dije cerrando la discusión entre mi amiga y yo.

—Como quieras. Luego no te retractes, ¿Ok?

—Creéme que no lo haré.

Las dos continuamos caminando por los pasillos, tranquilamente, hablando de la vida. Hasta que poco a poco un tumulto de personas, mejor dicho, chicas, se acercaban rápidamente hasta un grupo de tres chicos.

Sí, el típico grupito de tres amigo que se creen la gran cosa. Van a fiestas, salen, se emborrachan... Ese tipo de cosas. ¿Sus nombres? Muy fácil. El mayor, Nakamoto Yuta y el de en medio o mi favorito, Jung Yoon Oh, mejor conocido como Jaehyun, el roba corazones y el menor Wong Yuk Hei.

Tan patéticos.

—Pobres chicas, pierden su tiempo con personas que no hacen más que acostarse con una... No, con varias chicas y luego las botan. Patéti-

—¡Hey, tú! —escuché hablar a mis espaldas a alguno de ellos, pero lo ignoré, de seguro no era para mí, pensé. Pensé mal, ya que volvió a hablar. —¡Hey, tú! La de sudadera negro y blanco.

Por instinto dí la vuelta. Mala idea, ya que además de estar hablándome a mi, los tres se acercaban con prisa hacia donde me había quedado helada.

—Tienes agallas, niña. ¿Enserio crees eso de nosotros?

—No tengo porque mentir, he escuchado muc- —dijo interrumpiéndome.

—¿Has escuchado realmente lo que va detrás de esas historias? —habló Jaehyun parándose mejor. Me hacía una cabeza más, eso lo hacía verse intimidante y sensual.

—No, ni tampoco me interesa saber las diferentes historias que tienes por armarte, tú y tus amigos.

—Me gusta tu valor, niña. ¿Por qué no salimos? Qué te parece... —dijo haciéndose el pensativo. —¿Mañana después de clase? —habló muy seguro.

—Déjame ver... No, mañana no puedo. Voy a estar ocupada, lo siento.

—Enserio, ¿Qué harás? Quizá puedo ayudarte.

—De hecho sí. Voy a estar ocupada evitándote, como todos los días. Sé perfectamente que puedes ayudarme a hacer eso.

—¿Eso es un sí?

—¿Te parece que estoy diciendo que sí? —dije rodando los ojos. —Olvídate de eso, Yoon —finalicé dándome la vuelta para irme.

—Entonces yo te busco, hasta mañana. —gritó él a mis espaldas.

¡Qué día! Por suerte había acabado. Ahora sólo quedaba por dirigirme con mi amiga hasta el cuarto que compartíamos.

—Tienes valor, ___. Yo nunca me hubiera atrevido a responderle a ninguno de ellos.

—Lo hice porque se lo merecía, si él cree que puede salir conmigo y luego botarme, está muy equivocado, además, quién quiere a un subestimado, egocéntrico y tosco como algo más, sí es guapo... —continué. —buen físico, huele bien, habla bonito, alto, sonrisa perf-

—Ya entendí. —dijo mi amiga interrumpiéndome —Te gusta Jaehyun y sólo no quieres aceptar que te invitó a salir. Ya entendí.

—Gracias... Espera, ¿Qué?

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Todo un día evitando a Jaehyun, no es nada sencillo, en todos lados se aparecía. Logré terminar el día sin necesidad de que él me notara.

—Si quieres te vas, yo olvidé mi libro en mi casillero. Te veo luego, me llamas cuando llegues.

—¿Estás segura? Puedo esperarte.

—No, vete. Yo llegaré cuando lo encuentre.

—Bien, adiós.

Esperé a que mi amiga se alejara, si al menos iba a irse sola, necesitaba ver si iba bien. Una vez en mi casillero, procedí a buscar dicho libro. Me rendí al no encontrarlo. Cerré el casillero con brusquedad y me topé con la silueta que tanto quise evitar hoy.

—¿Estás buscando esto? —dijo sosteniendo mi libro en sus manos.

—Sí, dámelo. —iba a arrebatárselo, pero este lo puso sobre su cabeza impidiendo que yo lo tomase. —Vamos Jaehyun, dámelo.

—Te lo daré, si accedes a salir conmigo, claro.

—¿Sabes qué? Déjatelo, ya lo leí cuatro veces.

Iba a responder pero me llegó un mensaje de mi amiga. «De nada.» Maldita.

—Bien, camina entonces.

Jaehyun cambió su cara, raramente por una más feliz de lo que ya estaba, me sentía rara, acababa de tragarme las palabras, «No saldré contigo.» Que salieron de mi propia boca.

—Antes de que se me olvide, esto es para ti, ___. —dijo el extendiendo su mano, dándome un ramo de mis flores favoritas.

—¿Cómo sup- Maldita enana. —dije respondiéndome. —Gracias Jaehyun, son hermosas.

—Pero no tanto como tú, futura esposa. —no supe que responder y lo mejor que pude hacer fue sonrojarme.