Capitulo 7

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Sentado al lado de Thomas, Bill no podía evitar sentirse muy nervioso. Faltaban escasos minutos para que conociera en persona a la autora del diario por el cual estaba en esa época. Y ya no solo por eso, era una gran sanadora y sería un placer conocerla y poder hablar de medicina con ella.

—Estás muy callado—dijo Thomas de repente.

Bill se sobresaltó sin querer al escuchar su voz, estaba perdido en sus pensamientos.

—No debes asustarte, estamos en las tierras de mi padre y aquí nadie se atrevería a atacarnos—apuntó con firmeza Thomas.

— ¿Seguro?—preguntó Bill, echando una mirada a su alrededor—Parece que vaya a salir alguien de un momento a otro.

—Tranquilo, como ya te he dicho estando conmigo no tienes nada que temer—le recordó Thomas.

Bill se le quedó mirando, Thomas no le conocía de nada y aún así le daba la sensación de que daría su vida si fuera necesario. Tenía un buen corazón, saltaba a la vista. Y también que era muy guapo, y pensar en ello hizo que apareciera una sonrisa en los labios.

—Vaya, ¿y esa sonrisa?—preguntó Thomas con curiosidad.

Bill carraspeó y desvió la cara, debía parecer un idiota primero muerto de miedo por estar en mitad del bosque en plena noche para luego sonreír sin que viniera a cuento.

¿Y qué le iba a decir a Thomas? ¿Qué sonreía porque estaba pensando en él sin poder evitarlo? ¿Que desde que había puesto un pie en su época se sentía seguro a su lado, y se había olvidado completamente de todo lo demás? Su hogar, su madre, Gordon... incluso Andreas...

Era como si le estuviera siendo infiel, ahí sentado junto a un desconocido pensando que el kilt que llevaba le sentaba realmente bien, y que tenía una mirada que parecía querer desnudarle con ella.

Aún no había hablado con Andreas, seguía siendo oficialmente su novio y le debía un respeto. Pero...no podía culpar a su corazón si cada vez que Thomas le miraba o sonreía, sentía como le golpeaba el pecho con fuerza queriendo salir de el...

— ¿Estás bien?—preguntó Thomas, preocupado por su misterioso silencio.

—Háblame de tu hogar—pidió Bill de repente.

Thomas sonrió, sintiéndose orgulloso de hablar de la casa donde había crecido.

—*Lallybroch es un feudo franco, que no debe pleitesía a ningún clan, gracias a unas escrituras de concesión de propiedades del Clan Fraser de Lovat, el clan de mi bisabuelo—empezó a explicar Thomas—En esas escritura hay una cláusula que establece que la tierra solo podrá ser heredada por los descendientes de mi abuela Ellen. Por este motivo mis padres son los señores de Lallybroch, y yo lo seré algún día.*

—Oh, que interesante—murmuró Bill, entusiasmado con lo que estaba escuchando.

—*En realidad, el verdadero nombre de la finca es Broch Tuarach—confesó Thomas sonriendo—Significa "la torre que mira al norte" haciendo referencia a la torre que forma parte de la propiedad. Tiene tres pisos y termina en punta. Desde siempre la hemos conocido como Lallybroch, "torre perezosa", por su leve inclinación a un lado. Se ha caído en varias ocasiones aunque siempre ha sido reconstruida.*

Bill sonrió al escucharlo, esa parte de la historia no la mencionaba Claire en su diario y escuchar la emoción con la que hablaba Thomas de su hogar le hacía sentirse igual de emocionado, pues al fin y al cabo era también su hogar ya que descendía de la familia de Thomas.

—*Lallybroch es una hermosa granja en las Tierras Altas, con bosques y arroyos y tierras fértiles—siguió explicando Thomas—Vivimos de lo que nos da la tierra, la caza y la pesca. Las tierras son trabajadas por familias enteras pertenecientes al clan, cada trimestre van a Lallybroch a pagar los impuestos, ya sea con dinero o parte de la cosecha. Ese día hacemos una gran fiesta, se reúne todo el clan y la familia.*

Once in a lifetime (Je suis prest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora