Caspitulo 22

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Ese mismo día y tal y como había anunciado Duncan, Claire y Jamie celebraron una cena en honor a los recién casados. Muchos fueron los invitados, la mayoría de ellos vecinos de casas cercanas y otro clan familiar que Bill aún no conocía. Los Fraser.


Bill descubrió así otra parte de su propia familia, viendo que era también muy numerosa. Recibió la enhorabuena por su boda con Thomas, quien saludaba con mucha efusividad a primos que hacía tiempo que no veía.

Hicieron un brindis en su honor, todos cogieron una copa de vino y Jamie pronunció unas palabras de agradecimiento por haber aceptado la invitación y celebrar con ellos la unión de su hijo con su bello esposo.

— *¡Slàinte!*—gritaron todos, Bill incluido.

Thomas le escuchó y sonrió. Era la primera vez que le oía hablar en gaélico en público, durante el viaje le había ido enseñando algunas palabras y frases, pero a Bill le daba vergüenza no pronunciar bien y por eso no se atrevía a usar aún ese idioma.

Pronto las mujeres se hicieron cargo de preparar una gran cena y mientras disfrutaban de ella Bill escuchó con horror como planeaban una cacería para el día siguiente.

— ¿Una cacería?—preguntó Bill en voz baja.

—Un par de jabalíes, nada más—contestó Thomas quitándole importancia.

— ¡Un jabalí!—repitió Bill procurando no gritar—Es muy peligroso Thomas, no quisiera que participaras.

—No va a pasar nada, sassenach—dijo Thomas tratando de calmar a su esposo—He ido de cacería en numerosas ocasiones, solo volvemos con algunos rasguños que gracias a los cuidados de mi madre se curan con rapidez.

Por mucho que Thomas le asegurara que iba a estar bien, a Bill seguía sin gustarle. No podía prohibírselo, y menos delante de su familia pues quedaría mal visto.

Esperó a estar a solas esa noche en su habitación, y una vez los dos en la cama volvió a sacar el tema procurando no herir sus sentimientos.

—Tengo mucho miedo de que te pase algo—susurró Bill recostado sobre su pecho.

—Te prometo que iré con mucho cuidado—dijo Thomas acariciando su pelo—Cazo desde los 15 años, mi padre puede decirte lo bien que se me da.

—Yo con 15 años...fumaba a escondidas—recordó Bill sonriendo, dejando atrás sus miedos.

—Nuestras épocas son muy diferentes, y nuestra manera de divertirnos también—dijo Thomas, sonriendo él también—Si estuvieras en tu época, ¿qué estarías haciendo ahora mismo?

Bill se quedó pensando, era una buena pregunta.

—Hoy es viernes—empezó a decir—Ya habría cenado y si no tuviera nada que estudiar estaría tomando algo con mis amigos, o en alguna fiesta...me imagino que para ti ir de caza debe ser más divertido que salir a bailar.

—Me gusta bailar—apuntó Thomas—Y más si es contigo.

Bill sonrió al escucharle, levantó la cara y le besó en los labios.

—Nuestros bailes son más modernos—explicó Bill—Nos estrechamos y movemos el cuerpo al compás de la música.

— ¿Y dónde celebráis esas fiestas?—preguntó Thomas con interés.

—En un lugar llamado discoteca—contestó Bill—Es como una posada casi tan grande como Lallybroch. Hay una barra y una pista de baile donde el DJ pone música toda la noche, y muy alta. No hay mucha luz, solo unos focos de colores que lo iluminan todo y una gran bola brillante en el techo. El ambiente ideal para conocer a alguien y compartir algo más que un baile

Once in a lifetime (Je suis prest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora