Capitulo 2

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CAPITULO 2


Esa misma noche nada más entrar por la puerta Bill fue a por su madre y ni siquiera dejó que se quitara el abrigo.

— ¿Cuándo ibas a hablarme de tus raíces escocesas? —preguntó Bill sin aliento.

Simon Kaulitz miró a su hijo suspirando, había tenido un día muy largo y solo le apetecía sentarse ante un plato de sopa caliente. Pero Bill parecía tener otros planes y no dejarle probar bocado hasta que le contara toda la historia.

—Sabes que adoro esa época—siguió Bill con su insistencia—Y todos estos años jamás has dicho nada, ¿cuándo podré ver ese baúl lleno de recuerdos?

—Bill cariño, respira un poco que te va a dar algo—pidió Simone tratando de mantener la calma—Nunca te dije nada porque eras....muy pequeño, y en ese baúl hay cosas muy delicadas.

—Mamá, tengo 19 años y sé ir con mucho cuidado—dijo Bill con firmeza—Te prometo que no voy a romper nada, solo quiero ver algo de la historia de mi propia familia.

—Te diré lo que vamos a hacer—dijo Simone dándose por vencida—Mañana es mi día libre, subiremos al desván y...

— ¿Mañana?—interrumpió Bill— ¿Pretendes que trate de dormir esta noche sabiendo lo que me espera en el desván?

—Ahora estoy muy cansada...—empezó a decir Simone.

—Mami...por favor....—suplicó Bill haciendo un puchero.

Simone sonrió al verlo, su hijo siempre se salía con la suya haciendo ese tierno gesto que tanto le gustaba.

—Dame 5 minutos—pidió Simone suspirando.

Bill aplaudió al escucharla y le ayudó a quitarse el abrigo. Entraron en la cocina donde Gordon terminaba de recoger la mesa y ponía el plato de su mujer en el micro ondas para calentarlo.

—Sabía que en cuanto Bill supiera algo no iba a parar hasta verlo con sus propios ojos—comentó Simone mirando a su marido.

—Vamos Simone, Bill es como yo—dijo Gordon a modo de defensa—Somos adictos a la historia, no puedes poner delante de nosotros algo tan maravilloso y esperar que no nos emocionemos hasta llorar.

—Eres igual de exagerado que Bill—rió Simone—Anda, no dejes que se me enfríe la sopa mientras le enseño a Bill donde está el baúl.

Gordon asintió con la cabeza y Simone salió de la cocina con Bill pegado a sus pies. Echaron a andar escaleras arriba y recorrieron el largo pasillo hasta dar con una puerta que llevaba a las escaleras del desván.

Una vez en el, Simone dio la luz y paseó entre los trastos que allí almacenaban pensando que debería sacar tiempo para tirar lo que no valiera.

Suspiró, ya lo haría un día de esos.

Siguió su camino, hasta dar con el preciado baúl. Se emocionó al verlo, su abuela al igual que ella lo guardaba con mucho cariño y siempre le contaba lo especial que era para la familia, que sus raíces estaban dentro y le hizo prometer que jamás se desharía de nada, que lo fuera pasando de generación en generación.

Y quizás había llegado el momento en que Bill fuera su dueño...

Suspiró y arrodillándose en el suelo hizo girar la llave del baúl que siempre estaba puesta. Sintió a Bill arrodillado a su lado conteniendo el aliento, como si esa fuera la mañana de reyes y él un niño pequeño a la espera de su regalo.

Once in a lifetime (Je suis prest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora