Capítulo 58, alternativo 51

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Edimburgo, año 1764

Las horas pasaron y seguían en la cama. Se sentía cómodos, hablando sobre los acontecimientos que habían pasado tanto en el futuro como en el pasado.

Y mientras hablaban, no podían dejar de acariciarse. Era como si aún creyeran que estaban en un sueño y quisieran comprobar que era real.

—*No puedo explicarte...lo que sentí antes al tocarte*—susurró Thomas apoderándose de sus labios—*Comprobar que eras tú, encontrarte otra vez, perderte...*

—*No me perderás nunca más*—susurró Bill a su vez—*No, a no ser que hagas algo inmoral...*

Thomas dejó de besarle y se puso tenso, gesto que Bill notó de inmediato.

— *¿Hay algo que no me hayas contado?*—quiso saber.

—Bueno...no me gano la vida de una forma adecuada—contestó Thomas carraspeando.

— ¿Te refieres al contrabando de whisky?—preguntó Bill acomodándose en la cama.

—Y vino francés que mi primo Jared trae en sus barcos—explicó sonriendo Thomas.

—*Deduzco que a eso te referías cuando decías que Madame Jeanne es tu clienta*—murmuró Bill.

—*Exacto, cuando el licor llega de Francia lo almacenamos en un sótano de esta casa. Parte se lo vendemos a Madame Jeanne y nos guarda el resto hasta que logramos venderlo*—explicó por encima Thomas.

—*Y como parte del acuerdo, tú...*—empezó a decir Bill.

—*La respuesta a lo que estás pensando sassenach es no*—terminó la frase por él Thomas.

— *¿Ahora lees la mente?*—preguntó Bill sonriendo.

Thomas se había inclinado sobre él, empezando a acariciar su sexo para que se fuera preparando. Quería hacer el amor otra vez, y Bill también lo estaba deseando.

—*Estás pensando si a veces cobro en especias, ¿verdad?*—quiso saber Thomas.

—*Eso no es asunto mío*—susurró Bill acomodándose bajo su cuerpo.

Thomas se apoderó de sus labios, besándolo con suavidad en ellos al tiempo que se hacía hueco en las piernas que Bill separaba.

— *¿Entonces...tú nunca y Madame Jeanne...?*—siguió interrogando Bill.

—Nunca—contestó con firmeza Thomas.

Volvió a apoderarse de sus labios y tras prepararle con un par de dedos entró en su cuerpo de nuevo. Bill suspiró al sentirle dentro y empezó a mover sus caderas contra él.

Se movían a un ritmo lento, la vez anterior todo sucedió con demasiada rapidez y querían ir más despacio, poder observar mejor la reacción de su contrario cuando llegara al placer.

Bill fue más allá, cogiéndose a la espalda de Thomas le hizo rodar en la cama y le dejó bajo su cuerpo. Se quedó a horcajadas sobre su cuerpo, moviendo lentamente las caderas de atrás adelante sintiendo como su miembro entraba y salía con facilidad de su cuerpo.

Thomas puso ambas manos en sus caderas guiando sus movimientos, haciendo que su ritmo fuera lento pues quería disfrutar cada segundo de ese placer que estaba sintiendo.

Bill sonrió mordiéndose el labio, le costaba contener las ganas que tenía de derramarse sobre su estómago, su erección rozaba la piel de Thomas dejando gotas sobre ella de su líquido preseminal.

Thomas lo vio y entonces supo que era hora de que disfrutaran los dos. Se incorporó en la cama con Bill aún sobre su regazo, puso una mano tras su cuello y aumentó las embestidas escuchándole jadear desesperado.

Once in a lifetime (Je suis prest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora