Capítulo 34

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Regresaron a casa tras su visita al hospital, el encuentro con Andreas le había levantado dolor de cabeza y necesitaba descansar. Gordon se encontraba trabajando en su despacho y fueron a la habitación de Bill para que se tumbara un poco. Thomas le tapó con una manta y se acomodó a su lado. Se quedaron unos minutos en silencio hasta que Thomas lo rompió sonriendo.


— ¿Sabías que en tu ausencia viví aquí, en tu habitación?—soltó de repente.

Bill abrió los ojos y se le quedó mirando como si le estuviera hablando en chino.

—Fiona y tu madre han cuidado de mi hasta que te fuiste al pasado—empezó a explicar Thomas—Entonces para no quedarme solo y subirme por las paredes como decía Fiona tu madre me trajo aquí y mientras tú estabas en el pasado, yo he estado viviendo y durmiendo en tu habitación.

— ¿Has estado durmiendo en mi propia cama durante todos estos meses?—preguntó Bill aún sin poder creérselo.

—Quería conocer una parte de ti que desconocía—contestó Thomas—Vivir rodeado de tus recuerdos, ver como vivías en esta época. Dormir en tu cama aspirando tu aroma...me hacía sentirme más cerca de ti aunque tú estabas muy lejos...

Bill sentía que se le llenaban los ojos de lágrimas, debería haber sido muy duro para Thomas dejar atrás a su familia, viajar al futuro y ver que no podían estar aún juntos porque él tenían que primero viajar al pasado para volver meses después y entonces sus caminos volverían a encontrarse.

—Sabía el día de tu regreso—siguió contando Thomas sonriendo—Y llegada la noche, me quedé en el jardín esperando hasta que apareciste de la nada. Quise correr a tu lado, estrecharte en mis brazos...pero tu madre me hizo prometerla que te daría el tiempo necesario para que te recobraras y luego podríamos estar juntos de nuevo. Así que me fui, subí a mi moto y...

—Espera—cortó Bill al escucharlo— ¿Sabes conducir una moto?

Thomas asintió con la cabeza sonriendo, en los meses que tuvo que esperar el regreso de su esposo lo aprovechó muy bien y echando de menos montar a caballo y tras estudiar los medios de transporte de su nueva época, decidió que una moto sería el sustituto ideal.

Habló con Simone y gracias a su nueva documentación pudo sacarse el carnet sin problemas y comprarse una moto con parte de su herencia.

Y la noche del regreso de Bill la tenía aparcada junto al jardín, esa sería la última noche que pasaría en la habitación de Bill y sabía que tenía que regresar a la casa de Fiona.

—Recuerdo...escuchar una moto pasar cerca de mi la noche que regresé—murmuró Bill— ¿Eras tú?

Thomas asintió de nuevo, en cuanto le vio volver y sabiendo que no podían estar juntos aún se subió a la moto y salió derrapando sin echar una mirada atrás, Bill estaba en buenas manos y él sentía que le costaba respirar.

Esperaría todo el tiempo que hiciera falta, deseando que llegara el día en que sus caminos volvieran a encontrarse y no se separarían nunca.

— ¿Decías en serio lo de vivir en otra casa?—preguntó Thomas cogiéndole de la mano.

—Yo...he pensado que podíamos volver a Escocia—murmuró Bill—Siento que nuestro hogar está ahí, pero si es muy doloroso para ti podemos quedarnos en Leipzig.

— ¿Y qué hay de tu madre y tu padrastro?—preguntó de nuevo Thomas— ¿Estarías dispuesto a separarte de ellos?

—Sus trabajos están aquí...y sigo siendo tu esposo, iré donde tú quieras que vayamos—dijo con firmeza Bill—Sé que echaré mucho de menos a mi madre, pero siempre podrá venir a vernos y si tanto ella como Gordon quieren vivir en Escocia con nosotros pues...

Once in a lifetime (Je suis prest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora