Nunca Terminó ❧Fillie ❪ᴄᴏʀʀɪɢɪᴇɴᴅᴏ❫

-Penúltimo día-

Las cinco de la tarde marcaban en el reloj de la pared, minutos más tarde desde que el grupo entero había llegado de la ciudad. En la mañana habían tenido que ir por motivos desconocidos de Ross y Matt, solo, no querían dejarlos en la casa, posiblemente se aburrirían, aún que se tienen entre ellos.

Millie se encontraba estirada al lado de Finn, siendo reconfortada por el, sentía sus ojos cristalizados con la simple idea de tener que abandonar la casa al día siguiente, pero lo que le importaba no era la casa exactamente.

Sino lo que había formado en ella.

-Cielo, ya sabes que vas a venir con migo.

-No es por ti, te veré seguido y eso no es lo que me angustia,  estados unidos es mayoritariamente grande y Sadie, Noah, Gaten y Caleb no estarán cada día dando el coñazo-Millie esbozó una casi inexistente sonrisa por lo último, intentando auto alegrarse ya que Finn no era de gran ayuda, su novio solo rodó los ojos divertido.

-No puedo hacer nada por eso, muchas veces me has hablado sobre tus proyectos y tampoco estás muy ocupada, siempre podemos viajar-Millie negó.

-¿Tu crees que ellos estarán libres siempre? Imagínate el tiempo que puede pasar para que todos encontremos máximo un par de días para vernos-Aclaró moviendo sus manos angustiada.

-De momento solo un par de semanas-Finn recibió un golpe de Millie, la cuál sabía  que era verdad.

-Eres muy positivo Finn Wolfhard.

-Y tu muy negativa Millie Brown-Millie bosquejó una sonrisa mayor que la anterior y dejó un suave beso en los labios de su novio intentando alargarlo.

-Se que no tienes ganas pero, vamos, yo te ayudo a hacer tu maleta.

Millie negó  bufando soltando el aire retenido al oír "maleta"y sintiendo sus ojos aguarse por milésima vez ese día, de verdad se sentía como un endeble cristal, se levantó de la cama ignorando las palabras de su novio y caminó hasta su cuarto junto al de Sadie, echándole aún que sea pocas ganas sacó la gran maleta de debajo de la cama y la abrió, viendo lo vacía y opaca que era por dentro, casi como ella .

A Finn no le agradaba  ener que ser el fuerte y aún menos ver a Millie así, justo en esos momentos se sentía vulnerable, pero ver a su pequeña con una simple gota resbalando en su mejilla, lo hacía ver que tenía que protegerla, como Mike a Eleven o Eleven a Mike...

Minutos más tarde de empezar a empacar, unos extraños ruidos los alertaron de algo, asomaron la cabeza por la ventana, viendo uno de sus coches siendo aparcado, se miraron con el ceño fruncido, en ningún momento habían visto a nadie irse y mucho menos escucharlo, ignoraron lo dicho y luego siguieron con sus cosas.

Todo el grupo junto a Ayla y Jack quienes ocupaban el lugar de la pareja, hacía rato que preguntaban por Wiona al no verla por ninguna parte, les encantaba jugar a interpretación con ella y ese era un buen momento. Todos decían no saber de ella, ni David ni los hermanos. Un poco angustiados antes de dirigirse al cuarto pasaron por delante de la habitación de Wiona cruzando miradas por si romper su espacio personal o tener un mínimo respeto, pero simplemente era ver si estaba bien ¿No?. Como una estampida se pararon delante su puerta y Gaten hizo los honores, al no recibir respuesta con lentitud y si podía ser ya que las puertas chirriaban, con silencio. La habitación se encontraba totalmente vacía, con un ceño fruncido cerraron la puerta y fueron a buscar una explicación, sabían de que iba todo esto.

-Hola chicos ¿Todo bien?-Preguntó Ross, viendo como estos se le acercaban aún con duda en sus rostros y algún que otro enojo.

-No hay rastro de Wiona-Pronunció