L'échange; J.jk

p r o l o g u e

—¡eh! ¡Espera!

Dejé de correr y me volteé hacia atrás para ver a la persona que me llamó. Un chico de cabello castaño obscuro sostenía un objeto pequeño en sus manos. Comenzó a acercarse a donde yo estaba, me quedé estática esperando a que llegara hasta mí, seguramente quería decirme algo, después de todo me había parado.

Aunque debo reconocer que me estaba haciendo perder un poco de tiempo, de por sí ya iba tarde a mi primera clase, de mi primer día. Había estudiado un año en el extranjero, Japón. Y antes de que pudiera decir si extrañaba a Corea ya tenía que regresar.

El chico llegó hasta donde estaba, se veía muy alto frente a mí, extendió su brazo hacia mí tendiéndome una pequeña libreta color lila obscuro. La reconocí al instante. En esa libreta normalmente escribía mis pensamientos, cosas que me gustaban, películas o series para ver y usualmente dibujaba en él.

—se te cayó.

Cuando lo miré a los ojos sonrió cálidamente, mi semblante cambió totalmente y le devolví el gesto. Tomé la libreta rozando accidentalmente mi mano con la suya y le agradecí con una reverencia corta y un pequeño "Gracias". Volvió a reír ligeramente.

—¿cómo te llamas?—preguntó mientras comenzaba a caminar junto a mí.

—Kim Saeron—hice una reverencia pequeña a lo que él sonrió e imitó mi movimiento.

—Lee Minhyuk.—asentí en respuesta a su presentación e intenté ir más rápido para llegar temprano aún.—. ¿Qué estás estudiando?

—ah, cinematografía.—él asintió con la cabeza—. ¿Tú?

—psicología.—si bien era agradable el chico y además de todo era apuesto mi cabeza no me daba para quedarme a hablar con él. Sobretodo porque si quería graduarme tenía que llegar de una vez por todas a ese edificio antes de que me cerraran la puerta—. Te vez tensa.

—sólo...siento que estoy llegando tarde y...

—él rió burlonamente—. ¿Ya viste la hora que es? ¿A qué estás llegando tarde? Todos entran a las ocho y media.—dijo encogiéndose de hombros y metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—¿qué?—pregunté aturdida—. ¿N-No entrábamos siete y media?—él negó con la cabeza y rió ante mi frustración.—. Vaya forma de empezar la universidad.—sobé el puente de mi nariz con hastío—. La verdad no conozco nada de este lugar ni a nadie. Será difícil.—me di cuenta de eso hoy en la mañana, había faltado a la orientación de la semana anterior. Seguramente todos ya tendrían amigos formados para el día de hoy, pero yo llego como caída de la nada.

—bueno, para serte sincero yo tampoco tengo a nadie conocido. Todos mis amigos entraron a distintas universidades.— hizo un puchero—. Y me perdí la orientación de la semana pasada.—hizo una mueca—. Podríamos ser amigos, así no estaremos tan solos.—sonrió hacia mí. Y con esa sonrisa y esa frase, podía decir que me había deslumbrado por completo. Mi corazón comenzó a latir desbocado. ¿Pero qué me pasa? Es sólo un chico lindo que quiere ser mi amigo, ¿por qué me provoca toda una revolución dentro de mí? ¡Clámate, Kim!—. ¿Que dices?

—claro—sonreí.

[....]

—¡Saeron-ah!

Volteé hacia mi derecha y no lo pude creer. Después de todo, sí tenía una amiga en este lugar. Caminando hacia mí venía Mina, una chica que conocí en mi año en Japón, no esperaba verla aquí. Cuando la conocí dijo que no tenía por qué hablar en japonés si ella sabía coreano, lo cual fue de mucha ayuda para mí y mis relaciones sociales.