c u a t r o

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Saeron estaba venciendo a los tres chicos en póquer. Hace unos minutos Jimin había decidido empezar a apostar dinero y todos aceptaron, y Saeron ya llevaba dos rondas ganadas. Bebía de poco a poco de su bebida, ya que podía distraerse con el alcohol y acabaría mal.

Jimin ya llevaba varios vasos y Jungkook estaba igual que Saeron, con cuidado de no emborracharse antes de tiempo. Taehyung seguía sobrio a pesar de haber bebido tres vasos, tenía buena resistencia con el alcohol.

Saeron también había intercambiado palabras con la chica de Jimin, Yoo Jeongyeon. Estudiaba psicología al igual que Minhyuk y llevaba dos años de relación con Jimin. Era una chica muy divertida, se reía cada que Jimin maldecía por haber perdido.

En un momento de la partida, Jimin terminó su séptimo vaso y le pidió a Taehyung más. Taehyung le pidió a uno de sus amigos que trajera más alcohol para Jimin.
El chico volvió diciendo que no tenían más botellas, no tenían nada de nada, ya todos se habían acabado el licor de la casa del castaño.

—mierda, ya no queda nada. Alguien tiene que ir por botellas.—dijo el castaño sacando su billetera.

—yo puedo ir por ellas, Tae.—se ofreció Jungkook. Taehyung le miró—. Estoy bien todavía, puedo ir caminando de todas maneras.—Taehyung asintió convencido y le dio el dinero a Jungkook. El castaño miró a Saeron aún jugando con Jimin—. Saeron, ¿vienes conmigo?

—Saeron dejó su última carta encima de la mesa—. Sí, de todas maneras ya gané tres veces.

La chica se levantó de la silla junto con Jungkook y salieron de la casa de Taehyung una vez el castaño le indicó donde quedaba una tienda de 24hrs donde podían comprar unas botellas. Los dos caminaron en la orilla de la carretera buscando la tienda que les indicó el chico.

—eres muy buena en póquer—dijo Jungkook rompiendo el silencio.

—lo sé. Mi papá me enseñó desde que tenía doce años, solía apostar con él cantidades pequeñas. Aprendí del mejor.—sonrió con nostalgia.

—¿vives con tus padres?—preguntó el chico.

—ahora no, vivo cerca de la universidad en un edificio, a lado de otros edificios. Departamentos no muy grandes—se encogió de hombros—. Mi papá fue el que sugirió el lugar, mi mamá estaba preocupada por verme partir de la casa. ¿Tú vives con tus padres?

—sólo con mi padre de momento. Mamá está en casa de mi abuela.—Saeron le miró atenta—. No están divorciados si es lo que parece—aclaró riendo el chico—. Mi abuela necesita ayuda, está muy vieja y se le empiezan a olvidar cosas, mamá está ahí por eso.

Saeron asintió. Nunca pensó que hablar con el castaño sería de cierta forma entretenida. Podía comenzar a pensar que sí era su amigo, pero eso tomaría un poco más de tiempo. No podía olvidar un poco del odio que le tenía por hacerla sufrir en un pasado y la forma en la que no soportaba su presencia cuando se sentía egocéntrico.

Jungkook divisó la tienda a lo lejos y supo que estaban por llegar. No llevaban tanto tiempo caminando, pero sí era cansado caminar entre tierra y piedras a lado de la carretera. Llegaron a la tienda, las luces los cegaron por un momento al estar tanto tiempo en penumbra. Ambos se acercaron a la parte donde había alcohol. Tomaron dos cartones llenos de cervezas, para el dinero que traía Jungkook era lo único que podían comprar por ahora, si se acababa rápido alguien más tendría que ofrecerse a devolverse a la tienda por más.

El castaño dejó ambos cartones en la caja de la tienda, la mujer asintió con la cabeza y miró a Jungkook. Levantó ambas de sus cejas y no dijo nada. Jungkook y Saeron intercambiaron miradas y volvieron a ver a la mujer, Jungkook sacó el billete de su bolsillo y lo dejó encima del mostrador, la mujer no lo tomó, Jungkook aún se veía confuso.

L'échange; J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora