t r e i n t a y s e i s

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—Y-Yo..tengo algo importante que pedirte...—dijo entre hipo.

—¿sí?

—Saeron...—le miró a los ojos—. Se mi novia, por favor.

Saeron le miró. Los almendrados ojos de Jungkook estaban rojos, irritados por llorar, su nariz estaba igual fría por el frío de la noche y tenía una mirada que delataba esperanza. Y Saeron no quería hacerle esperar tampoco.

—claro.

Los ojos de Jungkook se agrandaron más y empezaron a brillar. Saeron comenzó a reír por la reacción del castaño, aunque fuera casi obvio que escucharía esa respuesta de parte de ella, él no lo pensaba así.

—¿qué esperas? Bésame—comentó Saeron divertida. Jungkook dejó de lado su llanto y rió, haciendo que su nariz se arrugara y sus ojos se cerraran.

Cuando Jungkook levantó la cabeza, se acercó a Saeron para poder plantar un beso en sus labios. Saeron rodeó con sus brazos su cuello acercándolo más a ella y él en respuesta tomó su cintura. Jungkook cortó el beso un momento para tomar aire y para preguntar.

—¿entonces? ¿Puedo bailar contigo ahora?

Saeron frunció los labios y entonces asintió con la cabeza. Jungkook se levantó del suelo, limpió su pantalón y le tendió la mano a su novia. Saeron la tomó y se levantó. El castaño tomó sus zapatos del piso y ambos caminaron de nuevo hacia el gimnasio, donde la música ya no era divertida y estruendosa. Ahora era música lenta y varias parejas bailaban pegadas alrededor del gimnasio.

Paris in the rain ; Lauv

Jungkook se acercó a Saeron y volvió a rodear con sus manos su cintura, ella posó sus brazos en los hombros de Jungkook y comenzaron a moverse lentamente al ritmo lento de la música de fondo.

—en realidad...—comenzó a decir la castaña riendo levemente—, te mentí, no se bailar—se encogió de hombros avergonzada.

—Jungkook imitó su acción y también se encogió de hombros—. Bueno, yo tampoco, y aquí estamos los dos.—su comentario hizo reír a Saeron.—. ¿Ya te dije que te ves muy hermosa?—Saeron asintió—. ¿Ese vestido era para venir conmigo?

—Saeron frunció los labios y rió burlesca—. Oh, señor Jeon. Debe aprender, que una mujer no se viste para un hombre. Ni siquiera están cerca de un lugar en la lista de razones por las que se visten bien las chicas.—Jungkook rió ruborizado—. Aunque, debo aceptar que en todo caso logré mi cometido.

—Jungkook soltó una risa fuerte y negó con la cabeza—. ¿Usted no tiene nada que decirme, señorita Kim?

mmmm...bueno—ladeó la cabeza—. Se te ve muy bien el cuello de tortuga. Y también...—Saeron levantó sus talones para llegar al oído de Jungkook y susurró—. Los pantalones resaltan tu trasero.

Jungkook miró a Saeron con una sonrisa sorprendida y avergonzada, con las mejillas ardiendo en intenso color carmín. Saeron rió por la respuesta en la cara de Jungkook y volvió a posar sus manos arriba de sus hombros.

—¿son las maravillas de un traje?—preguntó el castaño divertido. Saeron asintió conteniendo la carcajada.—. Bueno, ¿puedo decir algo sobre lo bien que se ve tu cuello?—esta vez fue Jeon quien se acercó al oído de Saeron y ronroneó—. Quiero volver a dejarte un moratón en tu cuello—mordió ligeramente el lóbulo de su oreja—. Quiero hacerte chupetones por todo el cuello, Ronnie.

Esas dos simples oraciones causaron un escalofrío desde su espalda baja a su cuello a la chica. Causó una revolución dentro de ella y un vuelco en su corazón. Jungkook inhaló profundamente el aroma del perfume de Saeron y lo exhaló con un jadeo cerca de su cuello, apretándola más hacia él. El mentón de Jungkook estaba recargado en el desnudo hombro de Saeron y ella estaba de mejilla contra el pecho de él.

L'échange; J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora