L'échange; J.jk

d i e z

—. Buenos días, jóvenes—la profesora Hyeri, quien era la encargada de nuestro departamento entró al salón con una sonrisa amigable—. Muchos sabrán y otros no, pero se está organizando un campamento para la universidad. Pueden inscribirse en mi oficina después de clases, pero si quieren ir, deben hacerlo ya, pues hay un limite de estudiantes por departamento.

Normalmente habría estado emocionada y terriblemente ansiosa para inscribirme para ir al campamento que mencionaba la maestra Hyeri, pero todavía me cuesta aceptar que sigo en shock. Que no tengo control de mis pensamientos ni de mis acciones. Porque Jungkook me confesó ayer en la tarde que le gusto, y ahora dudo mucho de la veracidad de esa confesión.

Fue lo último que dijo, porque después de decirlo sonrió y siguió caminando hacia la parada de autobuses, esperó el suyo y se fue a casa. Y hoy, igual que días anteriores, está sentado a mi lado y me mira constantemente sin decir nada y no se realmente cómo sentirme al respecto de todo esto.

Sin embargo tenía un pensamiento recurrente, si Jungkook va al campamento yo no voy, pero la idea de que podemos volver a cambiar de cuerpo y yo estaré allá sola y él acá, no me mantiene tranquila. No me gusta admitir que de ser así lo necesito. Pero de todas maneras, la universidad, según generaciones anteriores a mí, siempre organiza buenos eventos y en especial este tipo de retiros, así que no me sorprendería que fuéramos a un lugar extremadamente lindo o que aunque no lo fuera, no nos la pasáramos bien todos los que asistieran.

Así que, siguiendo mi impulso de querer vivir una vida universitaria promedio sin importar que Jungkook me siga a donde vaya, fui a la oficina de mi profesora para poder inscribirme.

—oh, Kim Saeron, ¿me equivoco?—pregunta cuando me ve entrar. Yo parpadeo ante su pregunta, normalmente los maestros no logran recordar mi nombre, porque debido a cierto chico, nunca logré destacar igual que él, destaqué pero no de la forma que me hubiera gustado.

—sí, yo...¿sabe mi nombre?—pregunté con el ceño fruncido entrando a su oficina, cerrando detrás de mí.

—por supuesto, tu preparatoria dijo cosas muy buenas de tu desempeño y calificaciones. Además, eres novia de Jeon Jungkook, ¿no es así?

Debe de ser una broma.

—reí nerviosamente—. Debe de estar confundiéndose...

—no me lo vas a negar, todo el tiempo están juntos. Y la forma en la que él te mira...—mis mejillas tomaron color y empezaron a arder. Y no sabía si eso se lo había dicho el mismo Jeon, mis compañeros cotillas o ella misma veía absolutamente todo nuestro revuelo surreal con el cambio de cuerpos.—. Bueno, de cualquier forma...¿para qué me necesitas?

—salí de mi trance y asentí con la cabeza—. Yo vine a inscribirme al campamento. Un superior me dijo que tenía que entregar un pago inicial, y aquí tengo todo.

—está bien, te apuntaré a la lista.

La mujer sacó un papel que asumí yo, sería la lista de los inscritos hasta ahora, me asomé y pude reconocer el nombre de mis amigas, estaba feliz. Y no pude ver el nombre de Jeon así que eso era un punto a favor.

—¡Aquí estas, te he buscado por todas partes!

Trágame, tierra.

—oh, Jungkook.

—Sunbaenim—saludó Jungkook. La profesora sonrió cálida ante la llegada de Jungkook y este me miró.—. Tienes que esperar a tu novio para ir a casa.

Y estuve a punto de desmentir el rumor de que éramos novios en tres segundos, pero mi superior interrumpió mi momento de librarme de este chico.

—¿no te inscribirás al campamento, Jungkook? Saeron ya lo hizo.—mencionó Hyeri acercando la lista al castaño.