d o c e

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—¡hemos llegado, todos! ¡Bienvenidos a Daegu!

Todo el camión hizo ovaciones por la exclamación del pálido chico. Parecía que la llegada a nuestro destino había sido una recarga de energía para todos aquellos que hasta hace unos minutos seguían somnolientos.

—¡escuchen, todos!—volvió a pedir atención el chico—. Me presento a todos, mi nombre es Min Yoongi, estoy en mi último año de arquitectura, así que no somos tan distintos, pero sí soy mayor que ustedes. Seré su guía de este campamento, si necesitan algo o puedo ayudarles en algo pueden acudir a mí.

Los demás volvieron a aplaudir y corear al chico parado al principio del pasillo del autobús. Y una vez se detuvieron, él continuó.

—las cosas van a ser así. Hay un módulo central, ese será el salón donde todos nos reuniremos para planear las actividades, el área está distribuida en tres distritos: distrito invierno, distrito otoño y distrito verano. Supongo que es un poco obvio en qué distrito hay cierto clima. Lo que haremos al bajar será sacar todas las maletas y después iremos a cenar ya que es tarde. Después de eso, cada quien ira a su cabaña, pongan atención; todos los pasajeros de este camión están ubicados en el distrito invierno, las cabañas tendrán una bandera azul en la entrada. En casa cabaña hay cuatro camas, eso significa que el máximo de personas por cabaña será cuatro y el mínimo es dos.

Lo que acababa de decir era algo bastante confuso. Porque bueno, no puedo estar sola en la cabaña, necesitaría estar con alguien más y ese alguien, aunque no lo quisiera, tendría que ser Jungkook.

—si sus amigos están en los otros autobuses, tienen que pedir el permiso de quedarse en una cabaña distinta conmigo y con el guía del distrito al que se cambiarán.

Eso me habría sido de ayuda si tan sólo estuviera en mi cuerpo, pues podría haber quedado con mis amigas, pero no es así. Y eso me dejaba en duda, ¿Jungkook tendría que irse con mis amigas y yo con los chicos? ¡No quiero estar en la misma cabaña con otros chicos paseándose en pelotas por la habitación! ¡Y tampoco dejaría que Jungkook mirara a mis amigas en esa misma situación! Pero, vuelvo entonces a mi razonamiento, tendría que quedarme con Jungkook, y sería mejor que Jungkook y yo estuviéramos solos para no complicar más este asunto del cambio de cuerpos. Pero, ¿los cuartos eran mixtos?

—¿puede haber cabañas mixtas?—pregunté sin miedo alguno levantando mi mano. Pude ver cómo Jungkook a m lado me miraba horrorizado, porque se que es algo que Jungkook no preguntaría, pero tenía que hacerlo—. O sea, chicos y chicas.

—me temo que eso no será posible. Y esa es otra regla. Chicos, está prohibido entrar a las cabañas de las chicas, y chicas, está prohibido entrar a las cabañas de los chicos. Yo entiendo qué hay parejas de campus, pero es el reglamento y no puedo dejarlos hacer lo que quieran. Para que no se sientan mal, nosotros tenemos la misma regla, chicos y chicas separados. ¿Entendido?—todos asentimos. ¡Esto está mal! ¿Qué voy a hacer?—. No es sólo para su sanidad sexual, sino para evitar bromas pesadas entre chicos y chicas. También entre el mismo género, y quien sea sorprendido en cabaña del sexo opuesto, tendrá una sanción. Y créanme, no seremos amables.

Fue lo último que dijo Yoongi antes de bajar del camión. Hyeri, quien nos acompañó en todo el camino, nos indicó que bajáramos con cuidado del camión y que obedeciéramos a los guías.

Bajamos del camión, los guías indicaban que sacáramos las maletas y las dejáramos en un punto de reunión dependiendo del camión en el que nos había tocado, para separar a los grupos. Una vez terminamos, los camiones se retiraron y nosotros avanzamos a los comedores, donde había tres mesas con diferentes manteles y nombre para cada distrito.

Me dirigí hacia la mesa con un mantel azul y me senté en una silla aleatoria, Jungkook se sentó a mi lado. Sinceramente estaba aterrada de todo lo que sucedería. La habitación y los juegos y todo, no quería esperar a que lloviera de nuevo. Saqué sigilosamente mi teléfono, de hecho el teléfono de Jungkook, pero sabía su contraseña y bueno, iba a checar el clima, no era para tanto. Una vez lo desbloqueé vi el clima, este indicaba que en Daegu, el pronóstico indicaba mucha lluvia, lo que me relajó y al mismo tiempo alertó, pues no sabía el momento en el que todo se iría por la borda debido al cambio.

—¿por qué y cómo estás usando mi teléfono?—preguntó Jungkook a mi lado, susurrando. Le miré y después sonreí con malicia, nunca le había dicho que me sabía su contraseña.

—reí y al igual que él susurré—. No te lo dije, pero el primer día logré desbloquearlo.

—¡¿cómo?!

—por favor, Jungkook, tu contraseña es tu cumpleaños—le reclame aún en voz baja.

—sí, creo que es una contraseña obvia, pero no es tan obvio si no sabes mi cumpleaños.—siguió su mini pelea en susurros, ¿así me veía cuando me enojaba?

—cumples años el primero de septiembre y lo supe porque tienes un calendario donde anotaste mi cumpleaños con letra bonita.—arrugó su nariz junto con su ceño e hizo de sus labios un puchero.—. Además, no tienes de qué molestarte, sólo estaba viendo el clima.

—¿qué pasa aquí?—ambos espabilamos al darnos cuenta de que Yoongi estaba detrás de nosotros. Las mejillas de Jungkook tomaron color y ambos nos enderezamos en las sillas. Negamos con la cabeza.—. ¿Para qué era la pregunta de los cuartos, Kook?

Tragué nerviosa, no sabía qué hacer. No le diría la verdadera razón por la que quería un cuarto mixto. Así que tuve que utilizar la trillada mentira de Jungkook.

hyung, realmente quería compartir cuarto con mi novia—dije con un ligero toque infantil en la voz, mientras tomaba la mano de Jungkook a mi lado y entrelazaba nuestros dedos. Sentí de nuevo la mirada de Jungkook, esta vez estaba sorprendido, me imagino que lo hice bien, o puede ser que le impresionara el hecho de que use su excusa de nuestra relación.

Pero tratando de evadir ese tema, al envolver nuestras manos, Jungkook había fortalecido ese agarre, y desprendía un calor amable con la piel de mi mano fría. Y era extraño pues sabía que ese calor lo emanaba porque era él, no era una reacción de mi cuerpo común. Y me gustó ese gesto.

—el pálido suspiró pesadamente—. Me gustaría darle a ti y a tu novia la cabaña que quieren, Kook. Pero son las reglas y si alguien llegara a enterarse de que los dejé a ustedes y a los demás no, me metería en problemas.

Asentí comprensiva. Este chico no sabía de lo que yo era capaz, así que mientras él se disculpaba, yo me aprovechaba de su favoritismo con Jungkook debido a su amistad para planear una forma de que en esa cabaña, sólo estuviéramos los dos.

Terminé la cena que nos dieron, debo aceptar que la comida era muy buena. Al retirarnos yo en especial, hice una reverencia para los cocineros, pues se merecían el agradecimiento por su comida. Los guías nos indicaron dónde estaba cada distrito, que tomáramos nuestras maletas y nos dirigiéramos a las cabañas.

Vi como Jungkook tomaba su maleta, es decir, la que realmente no era suya, pues estaba en mi cuerpo y había tomado la que traía la ropa de un chico y no la de una chica, y no sólo eso, sino que ya se estaba dirigiendo hacia Mina y mis amigas. Corrí hasta donde estaba y tomé del cuello de su playera desde atrás, haciendo que este regresara a mí. Tomé su brazo y lo jalé a una parte obscura detrás de un árbol.

—¿qué estás haciendo?

—no te voy a dejar que duermas con mis amigas.—dije en advertencia.—. Y yo tampoco quiero dormir con un grupo de neandertales que pasen en pelotas frente a mí.

—pero ya oíste a Yoongi, está prohibido entrar a la cabaña del sexo opuesto.

—yo se eso—dije con obviedad—. Pero Yoongi es tu amigo y los demás muy distraídos para saber que estaremos en la misma habitación.

—¿de qué estás hablando?

—mira, espera a que todos estén en sus cabañas y los guías se dirijan al módulo central para poder irnos a la cabaña más alejada del distrito sin que nadie se de cuenta.

—¿cómo sabes que no estará ocupada?

—por las luces, ahora levanta tu maleta y comienza a caminar hacia el fondo.

L'échange; J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora