guerra de bandas; l.t (#GDB1)

1,5

-Cariño- dijo alguien tocándome el hombro-.

-Mmmh- gruñí dándole la espalda y arropándome de nuevo con las sábanas-.

-____(Tn), levántate- ordeno la misma persona. Gire la cabeza y abrí un ojo. Bufé y volví a mi pose anterior- Bueno, tú lo quisiste- dijo y fruncí el ceño-.

Abrí los ojos lentamente y vi como papá abría las cortinas. Me cubrí con las sábanas hasta la cabeza.

-¡No! ¡Mis ojos!- dije y él rio- Papá ¿Podrías dejarme dormir?- dije cansada-.

-Dormiste todo el domingo. No puedes estar cansada- dijo y bufé de nuevo-.

-Pues, sí. Lo estoy- dije destapando mi cabeza-.

Lunes por la mañana. Aun durmiendo todo el día de ayer, me siento como si un tren me hubiera aplastado.

O tal vez aplastó mi orgullo o peor, mi corazón.

Nunca me había sentido tan mal.

Ser sensible apesta.

-Vamos cariño, no tengo más tiempo- dijo con desesperación- ¡Tu mamá ya empezó con sus antojos!- dijo y reí-.

-¿De qué esta vez?- pregunté-.

-Mazapán- dijo suspirando- Tendré que recorrer todo Doncaster buscando mazapán- dijo y me puse de pie-.

-¡Andrew, quiero mazapán!- gritó mi mamá desde abajo-.

-¡Ya voy querida!- gritó mi papá y me miro- Vístete, ya.

-Okey, tranquilo- dije. Él suspiró, me sonrió y salió corriendo de mi cuarto-.

Mamá y sus antojos.

Camine hasta el armario. De él saque un short azul, una camisa roja con negro a cuadros y mis Vans negras. Me vestí, me maquille, cepille mi cabello, lavé mis dientes, tome mi mochila y baje a la cocina.

-Hola mamá- dije besando su mejilla-.

-Hola cariño- dijo comiendo de MI chocolate-.

Mejor no le digo nada. Podría matarme.

Sonó la bocina del auto del padre de Sky, ya que el suyo está en el mecánico. Tome una manzana.

-Adiós mamá- dije y dejé otro beso en su mejilla- Llegare para cenar.

-Como quieras hija- dijo y sonreí-.

Salí de casa y caminé hasta el auto. Me subí de copiloto, como siempre.

-Hola- dijo Mia con una gran sonrisa-.

Apuesto que es por Niall.

-Buenos días- dijo Sky-.

-¿Qué tienen de buenos?- dije en un suspiro cruzándome de brazos y mirando por la ventana-.

En ese mismo instante Louis salió de su casa y miro en mi dirección, en dirección a mis ojos. De inmediato giré el rostro, simplemente no quiero verlo.

No ahora.

-Si sigues así por él, harás que se sienta importante- dijo Sky y suspire-.

-Lo es- dije con frustración- Lo peor es que lo es.

¿Cuándo iba a pensar que iba a estar así por Louis?

Nunca. Porque lo único que él producía en mí era odio y antipatía. Porque él solo era un idiota más, otro mujeriego que caminaba por el mundo, alguien sin importancia alguna para mí. Pero ahora, lo que él hizo fue despertar a las mariposas que llevaban más de un año dormidas en mi estómago. Las que no pensaban despertar en bastante tiempo más. La persona que no sale de mi cabeza ni siquiera cuando duermo, porque hasta sueño con él.