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Gracias a la ayuda de JungKook, el pelirrojo logró reposar sobre una confortable cama, en una habitación bastante pequeña que sólo servía para los policías que estando de guardia durante la noche decidían ir a descansar unas horas para luego reanudar el trabajo.

— Sus amigos siguen haciendo escándalo en el calabozo —de pie junto a YoonGi, mencionó JungKook mientras ambos observaban el cuerpo del menor.

— Ve a decirles que estará descansando aquí, que a las seis se irá con ellos.

— No, gracias. He recibido demasiados insultos esta madrugada, mejor se lo pediré a otro.

— Que vaya Yesung, entonces. Fue su culpa traerlos acá.

— Buena idea —sonrió mostrando sus dientes y se acercó a la puerta—. No te sobrepases, hyung, te pueden demandar por violación.

— No seas idiota.

— Idiota tu cara por cómo lo miras, hyung.

— ¿Qué?

YoonGi pensaba que había sido discreto, que desde que habían llegado afuera del Club su vista no había caído primero en TaeHyung, en cómo sus largas piernas lo hacían ver como un envidiable modelo. Sabía que siempre miraba las piernas de las personas, era su fijación, aunque luego de ver el trasero del pelirrojo, YoonGi se estaba convenciendo de que tal vez también esa parte del cuerpo humano se transformaría en su nueva obsesión. En eso estaban sus pensamientos cuando un quejido llamó su atención, por lo que procedió a arrodillarse ante TaeHyung al ver que éste abría los ojos y se intentaba incorporar.

— ¿Dónde estoy? —preguntó confundido, pero al darse cuenta quién estaba a su lado, se ruborizó.

— Te desmayaste, tienes fiebre, así es que... descansarás aquí por un momento.

— ¿Es su casa?

Sin evitar una sonrisa, YoonGi negó.

— Seguimos en la comisaría.

— ¿Y... mis amigos?

— Aún falta para que los liberen.


TaeHyung llevaba casi dos años sin estar en una relación estable, por lo que se le hacía difícil encontrar las palabras adecuadas que sirviesen para coquetear con el sexy policía. Pues eso era lo que quería, coquetear con él a pesar de que su estado febril le estaba pasando malas jugadas desde hacía horas atrás al mantenerlo aletargado, cansado y a veces ido. De camino a la comisaría había sido HoSeok el que preguntó por qué estaba tan callado, incluso un tanto triste, por lo que TaeHyung sólo pudo realizar un puchero y apoyarse en su hombro, molesto por estar enfermo en esa fecha en que acostumbraban a pasarlo bien hasta que el cuerpo pedía un respiro y los obligaba a dormir o, en la mayoría de los casos, a vomitar tal como lo había hecho NamJoon en el Club.

— ¿Necesitas algo? —sacándolo de sus pensamientos, preguntó YoonGi de brazos cruzados, apoyado en el umbral de la puerta.

Tenía que encontrar algo, pensó TaeHyung, necesitaba encontrar un vago recuerdo de cómo coquetear. JiMin era un experto en ello, pero imitar sus métodos no iba para nada con su personalidad. Entonces, haciendo un esfuerzo por incorporarse de la cama, TaeHyung agradeció con el alma a Wattpad, pues recordó lo último que había leído y ello sirvió de solución:



El protagonista tenía fiebre y se mareó. El mareo lo hizo tambalear y caer en brazos de su amado. Entonces, si hago lo mismo, el policía sexy me tendrá que atrapar, rodearé su cuello con mis brazos y haré todo lo posible para que nuestros labios se rocen y él sienta mi aroma y caiga rendido a mis pies, como mi alma gemela, como mi media naranja, como mi pareja destinada...




— Oye, ¿estás bien? —lo sacó YoonGi de sus fantasías y así, convencido de que el ramo de teatro que había tomado el semestre anterior en la universidad tenía que servir de algo, TaeHyung se incorporó de la cama y fingió un tambaleo, aunque en realidad, por algún motivo el mundo realmente le dio vueltas y poco enterado estuvo de cuando los brazos de YoonGi rodearon su cintura con tal de sostenerlo.

A la mierda lo que leía en Wattpad, se quejó TaeHyung al despertar de lo que creyó ser un desmayo de verdad, donde en vez de estar disfrutando de la cercanía del policía sexy, en esos momentos veía cómo Nayeon llamaba a una ambulancia para que se lo llevaran al hospital.

— Quizá tiene influenza —hablaba Nayeon mientras le controlaba la temperatura.

— Ajá —asintió Siwon con la mirada pegada en su celular.

— ...influenza del tipo AH1N1.

— ¿Eso no es contagioso? —cuestionó YoonGi.

— Contagioso y mortal —respondió Nayeon.

— Ajá —simplemente dijo Siwon y luego observó a YoonGi—. Lo acompañarás al hospital.

— ¿Por qué yo?

— Porque sí.

— Respondes como mi mamá.

— No tienes mamá.

— Auch —fue la reacción de Nayeon antes de que Yesung anunciara que la ambulancia llegaría en cinco minutos.

— Bien, Min YoonGi —palmeó Siwon su hombro—, llévate al niño bonito de aquí y, por favor, que no muera en tu guardia, ¿sí?

ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora