TaeHyung sentía que todo estaba marchando bien, pero lamentablemente con la aparición de SeHun el rumbo de las cosas cambió a pesar de que había podido enfrentarlo. Y de algún modo TaeHyung quería creer que todo estaba bien, que ese fin de año podía ser perfecto si hacía a un lado la inquietud de saber que SeHun seguía rondando en su vida.
¿Cuándo iba a parar la sensación de continuar atado de manos? Definitivamente SeHun estaba logrando su cometido y encontrarlo en más de una ocasión en las afueras del edificio se estaba transformado en un encuentro desagradable. Y aunque SeHun mantuviera la distancia y no se atreviera a decir nada, TaeHyung tampoco creyó ser capaz de dar el paso de aproximarse para preguntar qué quería o averiguar cuál era su intención. Al contrario, el pelirrojo prefería seguir con su camino e ignorar la presencia de quien lo observaba a lo lejos.
Así es que sin decir nada, TaeHyung se aferró a la compañía de YoonGi y en su compañía quiso olvidar toda preocupación, a su lado volvió a sonreír y asegurar que estaba pasando por la mejor etapa de su vida sin saber que SeHun en realidad jamás se acercaba porque su objetivo era otro.
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YoonGi había tenido un largo día de trabajo, se sentía cansado, pero a la vez creía tener las energías suficientes para pasar por el departamento de TaeHyung y ser el primero en desearle un feliz cumpleaños una vez que dieran las doce de la noche. El regalo lo tenía guardado en el casillero, por lo que se apresuró a tomar una ducha rápida, se vistió con ropas oscuras, tomó su bolso y salió raudo de la comisaría sin pensar que al dar un paso afuera de la estación sería abordado por SeHun.
— Min YoonGi... —pronunció SeHun desde las sombras y, bajando la mascarilla que cubría su rostro, se mostró ante el de pálida piel.
— ¿Qué haces aquí?
— He venido a hablar contigo, ¿creyeron que no me daría cuenta? ¿Desde cuándo estás follando con TaeHyung?
Metiendo las manos dentro del abrigo largo, YoonGi torció la cabeza hacia un lado y luego al otro, dedicándole a SeHun una mirada seria que a cualquier otro inquietaría, pero SeHun estaba tan ensimismado en descargar sus dardos, que no se podía percatar del esfuerzo que estaba realizando YoonGi por no ceder a los impulsos.
— No deberías estar aquí, creí que tu papá se estaba haciendo cargo de ti.
— ¿Crees que soy un niño? —tomando a YoonGi por la solapa del abrigo, SeHun lo miró con enfado, sobre todo ante la nula resistencia del policía— No me pueden obligar a internarme.
— ¿Y entonces cuál es tu plan?
A SeHun no le gustó descubrir esa mirada glacial de YoonGi, lo ponía de los nervios ver que el policía permanecía tranquilo, como si todo lo tuviera bajo control.
— Aléjate de TaeHyung.
— ¿O... qué? —lo desafió YoonGi, seguro de que tarde o temprano SeHun perdería el control— No puedes obligar a TaeHyung a volver contigo, él no te ama, me ama a mí —terminó diciendo con una sonrisa de medio lado.
— ¡Te estás aprovechando de él! —SeHun lo sacudió al aún tenerlo retenido por el agarre del abrigo—. Yo fui el primero, así es que entiende que Tae siempre será mío. Aléjate de él ¡No me hagas repetirlo!
— ¿Qué clase de hombre eres? —se libró YoonGi del agarre de SeHun, enfadado por escucharlo hablar así— TaeHyung no es un objeto como para que te creas dueño de él.
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ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.
Fiksi Penggemar~°YoonGi es policía ~°TaeHyung siempre acaba en la comisaría por culpa de sus amigos. °°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°° × A veces capítulos cortos.