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Conscientes de que no era prudente ir más allá de besos y caricias, YoonGi tomó un poco de distancia y sonrió en medio de la oscuridad, mostrando así sus felinas expresiones que hicieron a TaeHyung volver a tomarlo del rostro para unir sus labios nuevamente en un beso más calmado, uno que no lo hiciera temblar ante las hormigueantes sensaciones que recorrían su cuerpo.

Ambos estaban conformes con haber ido a la habitación como una forma de recuperar la intimidad que los había acompañado durante la tarde. Deseaban conocerse, sentir que estaban en lo cierto cuando sus miradas se encontraron por primera vez y se admiraron mutuamente.

YoonGi estaba siendo cuidadoso, no quería espantar al pelirrojo a la primera y, por lo mismo, recostados en la cama decidió que lo mejor era conciliar el sueño sin importar los ruidos que escuchaban en las afueras de la habitación y, si bien creía que dormir con TaeHyung era un poco comprometedor, su fuerza de voluntad falló ante los deseos de no querer partir, menos cuando TaeHyung lo abrazó con fuerza como si, con aquel gesto, le comunicara que deseaba descansar a su lado.

Entonces, con besos calmos de buenas noches, o buenas madrugadas a esa altura, los dos conciliaron el sueño más rápido de lo que esperaron, donde sus suaves respiraciones contrastaban con el caos que se vivía alrededor.



Por la mañana, desorientado, JungKook abrió los ojos y lo primero que sus sentidos sintieron fue el agradable olor a tostadas. Por ello, con gusto se estiró y poco a poco se fue incorporando en lo que, comprobó, era un sofá de tres cuerpos.

— Buenos días, campeón —fue el saludo que lo desorientó, pero pronto recordó que se trataba de HoSeok, aquel bailarín que lo hizo reír a carcajadas ante los extraños pasos de baile que improvisó durante la madrugada y con el que después bebió hasta caer dormido—. Ven, el agua está recién hervida.

— Gracias —respondió el azabache y se unió al desayuno justo en el momento en que NamJoon aparecía desde la cocina con una jarra con jugo de naranja.

— Hola, tú eres el policía del que me hablaba Hobi...

— ¿S-sí...? —asintió con duda y aceptó la mano que le extendía el mayor.

— Soy NamJoon.

— JungKook, un gusto.

— Anoche me quedé dormido bastante temprano y me perdí lo mejor, por eso Hobi me estaba poniendo al día y, amigo —lo miró con una sonrisa, tras haber estado pendiente de llenar con mermelada una tostada—, dame la receta para lidiar con dos borrachos acosadores porque si lo que hiciste es verdad, eso significa que eres un Dios.

— No es para tanto —se ruborizó, agradeciendo después el que HoSeok le entregara un vaso con jugo.

— No seas humilde, Jungkookie, pues lograste lo que ningún ser humano en el planeta ha conseguido. De hecho —se apresuró HoSeok a beber grandes sorbos de café y luego procedió a tomar una manzana antes de ponerse de pie—, DEBO estar presente cuando esos dos despierten.

— Te sigo —añadió NamJoon, por lo que JungKook se quedó prácticamente solo en el comedor.

Lo que vino después fue escuchar gritos y carcajadas, lo que sumergió al departamento en un extraño lugar inhabitable ante la intensidad de las emociones que fluctuaron sin remedio, pues con tan sólo comprobar que Joy y JiMin dormían desnudos en la misma cama, bastó para imaginar que el apocalipsis comenzaría en el hogar de TaeHyung.

— ¡DIME QUE NO ES VERDAD, DIME QUE NO ES VERDAD! —desde el pequeño baño de la habitación de invitados, repetía JiMin mientras descubría las manchas de labial que tenía en el cuello.

— Si quieren les puedo resumir su noche —mencionó HoSeok, relajado desde el marco de la puerta.

— ¡Me quiero morir! —Fue la respuesta de Joy, cubierta con las sábanas hasta el cuello— Por favor dime que por lo menos hicimos un trío con JungKook.

— Amigues —llamó HoSeok la atención de ambos—, ustedes terminaron diciendo que JungKook era un aburrido por no caer en sus tontos piropos, luego gritaron a los cuatro vientos que estarían en esta habitación esperando a que JungKook les demostrara que no era aburrido y, por último, sólo terminamos escuchando sus gemidos y el cómo la cama chocaba contra la pared.

En tal punto, los recuerdos de la pasada noche se arremolinaron en la cabeza de JiMin y Joy y juntos no sabían qué hacer más que repasar cada borroso detalle y agradecer que lo habían hecho con condón, que lo habían hecho entre risas y ebrias palabras que repetían una y otra vez que no podía ser posible que estuviesen teniendo sexo a pesar del historial de rivalidad que traigan a cuestas. Por ello, cuando HoSeok terminó su relato y junto a NamJoon esperaron alguna reacción, JiMin acabó saliendo del baño y cerró la puerta en las narices de sus dos curiosos amigos para después mirar a Joy con una expresión que denotaba el que debían hablar.



Por su parte, ajeno al alboroto que se había formado en la habitación contigua, cuando YoonGi salió de la habitación y dejó a un dormido TaeHyung sobre la cama, lo sorprendió el hecho de ver que HoSeok y NamJoon permanecían en el pasillo, gesticulando entre sí cosas que no entendió.

— Eh... ¿Buenos días? —saludó YoonGi al tener que obligadamente pasar junto a ellos.

— Heeey, ¿qué tal dormiste?

— Bien, HoSeok, gracias.

— Dime Hobi o Hoseoki.

— ¿Dormiste con Tae? —fue la dura pregunta de NamJoon lo que los interrumpió, pero pronto cambió su semblante ante el hecho de que HoSeok sostuvo su brazo.

— Jungkookie está tomando desayuno en el comedor, por si lo deseas acompañar.

Aunque YoonGi hubiese querido aclarar los puntos con NamJoon, decidió que no era conveniente entrar en discusión con los amigos del pelirrojo, así es que optó por tomar la indicación de HoSeok y dirigirse al comedor sin mediar palabra alguna.

Estaba claro que NamJoon se mostraba bastante sobreprotector con TaeHyung, lo que daba a entender que todo se debía, según las deducciones de YoonGi, a esa persona que tiempo atrás había vivido con el pelirrojo. Aunque también pensó que esa sobreprotección también se podría deber a cualquier otro episodio, pues de algún u otro modo, YoonGi presentía que algo había ocurrido con el menor como para que sus amigos hayan invadido el departamento con la excusa barata de que se habían encontrado en las afueras del edificio. Ellos querían interrumpir o, más bien, cerciorarse de que TaeHyung estaba bien, pero por más que YoonGi deseaba averiguar la verdad, sentía que aún no era el momento adecuado para entrar en aquellos detalles porque todas sus energías, más bien, estaban enfocadas en sonreír ante los recuerdos de la pasada noche, donde despertar abrazado a TaeHyung era lo mejor que le había pasado en el último tiempo.

ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora