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YoonGi escuchó a TaeHyung con atención, lo vio contar cada mínimo detalle y apreció cómo las facciones del menor iban reflejando sus emociones. Lo veía preocupado, un tanto arrepentido a la vez por haber actuado de forma tan violenta. Por ello, YoonGi dejó la taza de café que el menor le había entregado minutos atrás y se tomó la atribución de tomarlo de las manos. En tal momento, TaeHyung intentó sonreír, pero sus ojos brillosos daban a entender que se estaba esforzando por mostrarse bien.

— Tae, escúchame.

Atento a cómo sus cálidas manos lo reconfortaban, el pelirrojo asintió y se humedeció los labios de forma inconsciente. Ambos permanecían sentados en el sofá de la sala, por lo que la cercanía de sus cuerpos los hacía mantener la voz baja, sin necesidad de sobre exaltarse.

— No te culpes por haber llegado a los golpes con ese idiota, fue sólo algo que sentiste en el momento y no pudiste evitar. No todos estamos preparados para enfrentar ciertas situaciones, pero lo bueno, lo bueno es que tienes a muchas personas que se preocupan por ti y que de paso están de acuerdo con lo que hiciste. Además..., yo también hubiese golpeado a ese degenerado —acabó bromeando, lo que consiguió que TaeHyung le regalara una de sus maravillosas sonrisas.

— Gracias por estar aquí... conmigo.

— Me tenías preocupado, Tae —expresó YoonGi acariciando una de sus mejillas—. JungKook me dijo que estabas herido.

— Oh, sí... duele un poco —hizo un puchero y se llevó el dedo índice a tocar con cuidado la herida que tenía en el labio inferior.

— Lástima que ese idiota te haya dejado eso —YoonGi le apartó la mano con suavidad—, porque no te podré dar un beso de despedida.

TaeHyung estaba lo suficientemente avergonzado como para responder, por lo que sólo bajó la mirada y luego la volvió a subir con cierto nerviosismo. Quería que YoonGi lo besara sin importar que su labio tenía una herida, pero a la vez no sabía cómo expresar aquello. Nuevamente estaba siendo víctima de la vergüenza y por más que Joy le reclamara aquello, no sabía cómo librarse de la repentina timidez que lo estaba asfixiando.

— Ah... Tae, ¿dije... algo que te incomodara?

— ¡N-no...! —se quiso explicar, pero YoonGi parecía ser el que estaba incómodo y todo el nerviosismo que lo abrumaba hizo que sus manos sudaran y que su estómago se contrajera hasta que sin saber de dónde encontró el valor, TaeHyung sólo se vio estampando sus labios contra los del policía en un beso que sólo terminó siendo un torpe roce debido al dolor que sintió— ¡Auch!

— Hey... —acabó riendo YoonGi, entretenido ante las inesperadas reacciones del pelirrojo que en esos momentos mantenía un pronunciado puchero ante el dolor de la herida.

— Lo siento, soy un desastre...

— No lo eres —se acercó YoonGi con cuidado, en un movimiento casi gatuno ante la diversión que se reflejaba en sus facciones.

Sin querer escapar, TaeHyung no se perdió ningún movimiento del mayor, quien prácticamente lo tenía atrapado contra el sofá. De alguna manera, la respiración de ambos se tornó un tanto más pesada ante la cercanía, o en realidad ante el hecho de que terminaron en una comprometedora posición donde TaeHyung abrió sus piernas y permitió que YoonGi se ubicara entre ellas hasta que, sin más espera, el policía comenzó a repartir besos sobre la piel ajena y, ante el primer suspiro del menor, YoonGi sintió que tenía luz verde para profundizar sus besos, en un reconocimiento que le permitió saber que el cuello de TaeHyung era en verdad un lugar que hacía al pelirrojo delirar.

ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora