44. Neófita

845 95 7
                                    

Si no fuera por Emmett, Rosalie habría matado a Jane, dado que la Vulturi fue quien la convirtió en vampira.

Rosalie odia su nueva vida de vampira, permanecer joven y bella durante el resto de su vida, vivir por siempre, alimentarse de sangre y lo peor de todo, no poder tener hijos, es una verdadera tortura. Una de las cosas que más anelaba en la vida era tener un hijo propio, fruto del amor que compartiría con su espso.

Si, ella entendía que lo habían hecho para salvarle la vida, pero, ¿por qué? Rosalie no les debía nada, ni ellos a ella, o a su familia, una familia a la que nunca más podría ver. A diferencia del resto de los Cullen-Vulturi, que se habían resignado a su nueva vida, Rosalie no se molestaba en ocultar su desagrado por los vampiros.

Emmett se esfuerza día y noche por animarla, le regala flores y vestidos y trata de hacerla reír. Atrapa grandes presas para que ella no se ensucie su ropa y trata de enamorar la empleando todo su arsenal de conquista, pero un muro invisible los separa. Rosalie aprecia a Emmett, se siente segura a su lado, pero ella no esta lista para pensar en él como un potencial pretendiente.

Los vampiros poseen un oído muy desarrollado y pueden oír cosas tan insignificantes como el caminar de una hormiga, el movimiento de las prendas de ropa sobre el cuerpo o la sangre corriendo por las venas de los humanos. Ella lo sabe, puede experimentarlo, sin embargo, no hace nada para ocultar sus sollozos cada vez que se encierra en su habitación. Ellos la escuchan, se preocupan y buscan formas de hacerla feliz, pero ante todo respetan su privacidad y la dejan sola cada vez que ella lo necesita.

¿De qué le sirve la inmortalidad si ya no es una mujer pura? ¿Cómo puede volver a confiar en los hombres si Royce, su prometido, se encargó de abusar de ella de la forma más inhumana y denigrante posible? Ella lo amaba, confiaba en él, estaba ciega y ebria de admiración y orgullo por alguien que no vale nada. Por más que le daba vueltas al asunto, Rosalie era incapaz de comprender como es que Royce pudo hacerlo. ¿Acaso no la amaba? ¿Acaso solo estaba intersado en ella por su cuerpo? ¿Acaso ella no fue la primera mujer a la que mancillaron él y los monstruos de sus amigos?

Demasiadas preguntas y ninguna tenía una respuesta favorable.

Esme tenía una noción de la angustia que atormentaba a la neófita. Ella también fue víctima del poder y la violencia masculina, por lo que le pedía a Emmett que le concediera cierto espacio y tiempo, dado que Rosalie necesita curar sus heridas. Renesmee también intentó ayudar a Rosalie, buscó formas de mantenerla activa y animada, pero nada funcionó. Alec y Carlisle eran espectadores, querían ayudar, pero no sabían cómo.

Jane fue la única que se mantuvo indiferente al sufrimiento de Rosalie. La rubia no se molestó en subirle el animo. ¿Para que perder el tiempo en una niña caprichosa que solo sabe quejarse? Es imposible ayudar a quien no quiere ser ayudado.

Sigilosamente, Jane comenzó a pasar menos tiempo en casa.

Mientras todos cuidaban a Rosalie, Jane comenzó a involucrarse en el mundo de los humanos, interesándose en los problemas de la sociedad que la rodeaba de forma superficial. Poco a poco, descubrió que el señor y la señora Hale estaban preocupados por la desaparición de su hija mayor, a menos de una semana de contraer matrimonio con el joven Royce King II.

Movida por el instinto y la curuosidad, Jane volvió a usar su capa Vulturi para vigilar a Royce y ver que tan preocupado estaba por su novia fugitiva. Tal como lo sospechaba, Royce solo fingia preocupación delante de la sociedad conservadora de Rochester, sin embargo, la máscara de hombre distingido caía y su verdadero ser salía a la luz. Con repulsión, Jane vio como él y sus amigos se dedicaban a beber, ir a burdeles y abusar de las mujeres que paseaban solas y tenían la desdicha de pasar cerca de ellos. Ella deseó atacarlos con su don, matarlos y hacerle un favor a Rochester, pero una idea macabra cruzó por su mente al descubrir que en menos de un mes el joven estaba cortejando a otra doncella, menos atractiva que Rosalie.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora