Capitulo 28

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Narra Elena Weber

¡EMBARAZO! ¡Que rayos!

Desperté dentro de un cuarto blanco con un olor peculiar, apenas recordaba pequeños fragmentos de los acontecimientos pasados.

El olor peculiar era a un limpiador de pisos muy conocido, no recordaba el nombre del producto pero recordaba el concepto de el. Una botella verde con olor a pino.

En el mismo cuarto podía escuchar un sonido no muy conocido, era un Bip, Bip, Bip.

Cuando abrí los ojos poco a poco miraba borroso. Una silueta varonil y fuerte estaba a mi lado tomando m mano, recostado sobre ella.

- ¿Amor? - pregunte un poco confusa, al parecer estaba conectada a un tubo en mi mano.

- Elena - Cristopher levantó la cabeza entusiasmado - ¿Como te sientes?

- Mucho mejor - conteste con una sonrisa.

- Me alegro - Black sonrió.

- ¿Cuanto tiempo llevo aquí? - con esfuerzo me levante un poco de la cama para caminar.

Cristopher dejó de verme y bajo la cabeza - 3 años - dijo desviando la mirada.

- ¡¿Qué?! - exclame alterada.

De Cristopher salió una carcajada fuerte, este tipo estaba jugando conmigo en el peor de los momentos.

- Que gracioso - me puse seria.

Poco después el médico que me había atendido en mi consulta entro a mi habitación con una enfermera. Me indicó que era lo que me había pasado, un desmayo, al parecer la noticia fue muy repentina, tan repentina que logró que quedara inconsciente.

La enfermera había venido para ayudarme a quitar todo lo que me habían puesto, medicamentos, suero, cables que mantenían alerta mi corazón entre otras cosa.

30 minutos después caminamos por el pasillo para finalmente salir de ese lugar.

Cuando estábamos a metros escasos de la salida el médico encargado de mis estudios me detuvo.

- Señorita Weber espere - me detuvo el médico tomando mi mano.

- ¿Qué ocurre? - cuestione sin tomarle importancia a la fuerza que ejercía sobre mi mano.

- Pará hacer los análisis debemos sacar una muestra de sangre, cosa que no hemos hecho - Explica el médico amablemente, ya había soltado mi mano.

Cristopher y yo entendimos a lo que quería llegar el médico y dado las circunstancias seguimos al médico pacientemente.

Nos llevó por un pasillo largo y ancho. Quedé mareada después de todas las vueltas que tubimos que hacer.

Después de unos minutos llegamos a una habitación donde estaban otras personas, dos o tres, no era nuchas, también estaban sacándoles sangre. Probablemente no sería para descartar enfermedades o un embarazo.

- Toma asiento - señaló el médico una silla grande, como si fuera de estética, bastante amplia y a simple vista se miraba muy cómoda.

ROMANCE DE OFICINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora