Capítulo 52

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Narra Elena Weber

La vida estaba llena de sorpresas, un día podrías estas relajada en una playa hermosa con arena blanca y mar azul, pero de un día a otro podías estar camino al hospital desorientada porque no sabes que pasa dentro de ti.

Aun sabia un poco de mi cuando llego la ambulancia, hicieron muchos procedimientos para saber. Como me encontraba.

La ambulancia estaba en la parte de afuera de la casa, más haya del portón principal.

- Nana, abre la reja - dijo Christopher.

Aún cuando yo sabía que su corazón latía rápido nunca levantó la voz, lo manejo todo muy bien.

- Si cariño- así llamó la nana al niño que había visto crecer.

- Mi amor la ambulancia ya esta aquí, solo soporta esto un poco más - Christopher tomaba mi mano y la apretaba con fuerza.

No sabía si la frase "Hasta que la muerte nos separe" definiría la situación el día de hoy.

- Buenas tardes ¿Cómo se encuentra la paciente? - Entro uno de los 4 para médicos que había en la ambulancia.

Venia con diversos aparatos en su mano, el nombre de ellos, no lo sabía.

- Tuvo una discusión con una conocida, al parecer la sacó a patadas de la casa - decía Christopher por mi.

Si yo lo hubiera explicado sería algo más grotesco, algo como esto :

- Una perra desgraciada entró a mi casa e interrumpió mi momento de placer, insulto a mis hijos que por cierto son las criaturas más hermosas del mundo. La saque de la casa a patadas, yo creo que necesitara una peluca por que se quedó sin cabello la desgraciada.

Fin, ese sería el final de la historia, uno muy feliz para mi obviamente.

Si me pusiera a pensar como sería la versión de Black me imagino una cosa así:

-Mi mujer y yo fuimos interrumpidos en el acto de placer, de pronto entró la señorita Elizabeth, pedí que se retirara y no hizo caso, posteriormente insulto a mis bebés, obviamente coincido con mi esposa, son las criaturas más bellas del mundo, me retire para llamar a seguridad, la verdad no supe que ocurrió después, solo se que cuando llegué ella estaba con dolor en su vientre.

Ahora ven la diferencia, yo lo explicaría como es, como una perra, el la define como señorita.

El paramedico  llamó a otros dos de los que estaban en la ambulancia, entraron con una camilla, o eso fue lo que me pareció.

Uno de los chicos me tomó del cuello.

- ¿Por qué la toman del cuello? - Cuestionó Christopher.

- Solo es para inmovilizar cervicales, en otras palabras no dañar el área.

Yo no entendia  nada, mi atención estaba enfocada en mis bebés.

De la nada uno de los chicos, diferente al que estaba en mi cuello, me sujeto a la camilla.

Eso sí podía imaginar para que era, evitar que terminará en el piso era el objetivo.

- Uno, dos, tres - los chicos me levantaron y me subieron a una cama con ruedas.

De ahí me quitaron todo lo que me habían puesto y me llevaron a la ambulancia, todos los chicos subieron. Cada uno a diferentes zonas.

Dos estaban enfrente, en la cabina y uno estaba atrás conmigo, vigilando.

Además de que Christopher estaba a mi lado sosteniendo mi mano.

Se encendió la camioneta, empezó a sonar la alarma de la ambulancia y nos fuimos.

La nana iría más tarde, cuando todo estuviera más tranquilo.

Yo me sentía en una montaña rusa, solo miraba el techo y por las ventanas los edificios.

Girabamos a la derecha y a la izquierda, las primeras cuadras podía reconocer mentalmente donde estábamos, pero cuando tomamos la carretera libre no supe más.

- La verdad era que ya no dolía tanto, no sabía por qué, eso era aún más preocupante.

Cuando llegamos al hospital me llevaron a urgencias, lugar donde me atendieron rápidamente. Recordando que esta era mi segunda vez en el hospital por aquella mujer.

Los médicos con ayuda de los datos que habían recolectado con l  historia de Christopher fue suficiente para saber que tenía :

- Una amenaza de aborto - Expresó el médico a mi lado.

- ¿Todo está bien? - cuestione.

- En teoría si, esto es muy raro por que este tipo de situaciones ocurren antes de la semana 20, si no me equivoco usted tiene 27 - El médico leía una carpeta gris.

- Exacto - Confirme su sospecha.

- Debe tener mucho cuidado con lo que hace señorita, es peligroso, incluso su vida corre peligro.

Técnicamente el médico me estaba regañando, así lo tomé, pero era bueno saber las indicaciones a seguir.

No haga esfuerzos, nada de peleas, no gritos, no cargue pesado, básicamente me Prohibió todo lo que le quería hacer a Elizabeth.

Pasaron aproximadamente 3 horas para descartar cualquier complicación, me dieron una gelatina de fresa y un té.

Típica comida de hospital, yo quería tacos.

- Hola ¿Cómo se siente? - entro el doctor, esperaba que fuera el documento donde dijera que podía irme.

- Mucho mejor doctor ¿Puedo retirarme ahora? - las camas de hospital eran horribles.

- Si - esa simple palabra me alegro el día.

Poco tiempo después entró una enfermera con una silla de ruedas, me pidió que me sentará para poder sacarle del hospital.

Camino a casa lógicamente el chófer de Christopher nos fue a buscar al hospital.

En el  rostro se podía notar la preocupación de esos dos hombres a mi lado.

Me propuse un objetivo, ser una roca.

¿Por qué una roca?

Esas pequeñas piedras de color gris son sólidas, muy duras y resistentes, quería eso en mi persona, qu cada vez que alguna amiga de Christopher me desafiara yo poder ser eso, una mujer dura a la que no le afectaran las palabras.

Cuando llegamos a casa Christopher me subió a la recamara, me levanto la cobija y me indico que me sentará.

Como un caballero fue al armario y tomó una de sus camisas.

Como les dije dormir con su ropa se hacía costumbre.

Me quito la ropa y luego me vistió con la suya.

Tomó lugar junto a mi y por la espalda me abrazo, rodeando a tres personas, sus dos bebes y su esposa.

Nuevo capítulo ❤️

Ayer no fue un día muy bueno para mi, me quitaron los puntos, me caí de las escaleras, me torci el tobillo, me salio un morete nivel dios, pero, ¿Cómo estuvo su día ayer?

ROMANCE DE OFICINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora