Capitulo 14

47.6K 2K 102
                                    

Narra Elena Weber

Me encontraba en una especie de sueño, en otra dimensión se podría decir, todo a mi alrededor era de colores mágicos, hermosos y divinos, me sentía la princesa de un cuento, creía que por ese momento estaba yo y solo yo. Podía apreciar un paisaje oscuro y frío, pasaba rápido por mi ventana, al parecer era una especie de carretera ¿Estaba en un auto?

A lo lejos de ella se apreciaban las hermosas luces de la ciudad, todo iluminado por alguna persona que le gustaba tener las luces encendidas, un error. Por más que quería escuchar los sonidos que me rodeaban, no escuchaba nada... Solo silencio.

Me sentía casi flotando, podía tocar el cielo con mis manos, mi concentración estaba en ello, pero aún así algo en mi pecho deseaba salir, pedía a gritos ser expulsado de mi cuerpo. Yo por otro lado me negaba a dejarlo ir, quería tenerlo conmigo, pero, ¿Porque?

¿Qué podría ser? Quizá el amor que le tenía a Black quería ser libre, quizá era mi YO interno que pedía a gritos salir, golpeaba mi pecho, me decía que no pertenecía a mi cuerpo. Cuanto más luchaba por contenerlo, ese ser extraño estaba a punto de quitar el candado y pertenecer a un nuevo mundo, lo tenía en la punta de mi lengua.

Estaba jugando conmigo, el tenía el control, el ser extraño era quien controlaba mi cuerpo ahora...era la batalla final, era el ser o yo ¿Quien ganaría? ¿Lo dejaría ir?

Al parecer era más fuerte que yo, como si de un golpe se tratara fue expulsado de mi estómago... Esta vez no era como sentir mariposas, era algo más que eso...

Vomite! Eso era el ser extraño, lo que quería salir. Recuerdas esa especie de dimensión, ahora recordaba su nombre, se llama estar ebrio. Esos 10 tragos super cargados salieron manchando todo, desde mi ser hasta el auto en el que iba...¿Pero de quien diablos era este auto? Y ¿Quien conducía?

- ¡Diablos Elena! - Exclama Black sacudiendo un poco su mano, mi vómito llegó hasta él.

Ahora ya sabía de quién era el auto y quien estaba conduciendo. Recuerdo lo que pasó antes de caer dormida, ese chico del bar, tomó mi teléfono, ahora se a quien llamo.

No me digne a contestar, seguía manchando todo a mi paso, no podía contenerme, es como si mi boca se abriera en automático, sin mi permiso dejaba salir ese líquido verde mal oliente.

- Me haré a un lago - Escucho decir a Black mientras nos detenemos en plena carretera.

Rápidamente bajo del auto, apenas me dio tiempo de poner los pies sobre la tierra cuando ya había expulsado todo. El único rastro de aquello era un fuerte dolor de cabeza, sentía que me abrían la cabeza, yo no conocía este estado, en mi vida había estado cruda...

- Tengo que limpiarte Elena - Dice Black cuando por arte de magia saca del auto un par de servilletas azules y limpia mi ropa.

Yo seguía en un estado de ebriedad muy alto, apenas comprendía lo que pasaba.

-¿Eres tu señor bravucón? - no sabía lo que decía y lo que podía causar.

Pude notar como Black de puso tenso, su cuerpo entró en una especie de barrera, como si mis comentarios fueran armas y ese escudo los impidiera.

- Hablaremos cuando estres en razón - Dice Black ahora limpiando el auto.

- ¡¿Porque no hoy?! - exclamó, recuerdos venían a mi mente, aquel chico, todo un desastre.

- ¡Por qué me arrepiento de haberte golpeado! ¡Por qué me da miedo que me temas! ¡Por qué... No se quien soy en este momento! - Dice Black mirándome con sus potentes ojos.

ROMANCE DE OFICINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora