Capitulo 46

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Narra Elena Weber

Resulta que hoy era mi último día del quinto mes, exactamente han pasado 2 semanas desde que la nana sabe el sexo de mis bebes.

Sin embargo ustedes saben que Cristopher y yo no sabemos nada, yo realmente he tenido que soportar el ver a Elena entrar con cosas para el baby shower en bolsas negras. Cristopher esta igual o peor que yo.

El desea con toda su alma poder saber el sexo de nuestros bebés, dice que quiere ser el primero en comprarle algo a esas criaturas.

Pero en fin, resulta que el primer día del sexto mes la nana me hará el baby shower, es algo pronto pero así nos dará tiempo de poder hacer los cuartos, comprar todo para el dormitorio, las cosas que los bebes ocuparían, para eso ya tengo una lista.

1. Pañales

Puede ser que mis hijos o hijas les gustara ir mucho al baño como a su padre, no lo sabía.

2. Leche

Yo no tenía idea de cuanta leche tomaban los bebés, era mi primera vez, dada la casualidad tendría dos.

3. Ropa

Mis hijos o hijas tenían que estar vestidos correctamente, al decir esto no me refiero a comprar ropa de buena calidad y con el mejor diseñador, me refiero a que son bebés, necesitan calor, estar cómodos.

4. Biberones

No les daría la leche en vasos normales, eran pequeños, pero alguien llamado Cristopher pensaba que ya iban a tomar sus respectivos líquidos en vasos de cristal.

Y así me podía ir todo el día, explicando cual era la razón para comprar todo y cada uno de los objetos.

Me encontraba en la sala con Cristopher, para ser sincera, no teníamos nada que hacer, solo estábamos comiendo como dos cerdos en el sofá.

Solo estábamos él y yo en la casa, la nana había ido al centro comercial, nos pidió permiso para tomar un día libre y poder comprar el resto de las cosas para mañana.

Mientras mirábamos la televisión, un programa de retos la puerta se abrió dejando ver a la nana con bolsas negras. Esta mujer sabía perfectamente como ocultar todo.

- Hola, veo que tienes muchas cosas - dije desde la sala.

Por más que quisiera correr y robarle la bolsa y ver el contenido no podía.

- Si, bastante - contestó la nana casi corre do a su habitación para dejar el resto.

- ¿Viste algo? - cuestione a Cristopher tomándolo de la mano.

- No y tu - me dijo observando como la nana subía escalera arriba.

- Tampoco.

- Maldición - Cristopher suspiro - Sabes que si quiero saber es tan sencillo como llamar a la ginecóloga.

- Tu la llamas y yo te casto - toque su miembro suavemente.

- Ahhh - expresó Cristopher asustado.

- ¿Entendido? - me tomé mi papel de villana muy enserio.

ROMANCE DE OFICINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora