Narra Elena Weber
- Felicidades señorita Weber, esta usted esperando un hijo.
Me era casi imposible creer que en un período de 9 meses tendría en mis brazos a una niña o niño. Esta noticia era para celebrar. Al fin de cuentas es un pequeño o la pequeña quien provocaba mis episodios de vómito.
Yo sin darme cuenta ya tenía mi blusa mojada, unas cuantas lágrimas habían caído y formado una mancha, pero no me importaba, eran lágrimas de felicidad, de amor, nada ni nadie cambiaría la intención de eso.
Había una cuestión en particular que me daba gracia, el gran hombre fuerte, temible por las empresas enemigas, dueño de una gran fortuna, invencible, cae rendido con la sorpresa de que será papá. Debí de grabar y recordar este momento tan único.
No tardó mucho en despertar, si a caso pasaron 5 minutos, en los cuales el médico se tomó la amabilidad de explicarme los cambios que iba a tener en mi cuerpo, me dio el número de una ginecóloga muy reconocida y por encima del escritorio observó a Cristopher para ver si estaba bien.
- ¿Qué fue lo que pasó? - lo vuelvo a repetir era grandioso esa faceta de él.
- La noticia te impacto - Reí - estuviste desmadayo cómo por 5 minutos.
- Será papá señor Black - El médico repitió por cualquier cosa, podía ser que él no haya escuchado todo.
-Se formó una gran sonrisa en su rostro, el agua llenaba sus ojos poco a poco, aún así no dejó salir ninguna lagrima - Seremos papás... ¡Seremos papás!.
Cristopher literalmente saltaba de la felicidad, me conmovía verlo así, era muy tierno.
Poco después de que Black terminó de festejar salimos del consultorio agradeciendo al médico por su tiempo para atendernos, realizamos el mismo camino de regreso admirando nuevamente a la recepcionista. Con ella se tenía que pagar la consulta.
- Hola de nuevo - nos sonrió - veo que fueron buenas noticias.
- ¿Como lo sabes? - me asombre cuando ella dijo lo correcto. Había acertado en eso.
-El hombre a tu lado no deja de sonreír, está mañana llego... Como explicarlo... Fuera de sí y ahora está muy feliz.
Su comentario me hizo reír, yo solo conteste con una sonrisa enorme, no tanto como la de Cristopher pero era algo parecida.
- El pago de la consulta sería, 350 - explicó la recepcionista.
Cristopher no demoro en pagar, cuando yo me gire rápidamente a una máquina expendedora por una barra nutritiva él ya estaba esperándome en la puerta para partir.
Me abrió la puerta del auto, entre y rodeo el carro para después subir.
Durante todo el camino pude notar que él estaba feliz, no había la necesidad de preguntarle ¿Oye estas feliz? Su rostro hablaba por él.
Cuando llegamos, Cristopher estacionó el auto más cerca de lo normal de la puerta principal, creo que estos eran sus intentos de ser todo un caballero atento con su esposa embarazada.
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ROMANCE DE OFICINA
Romance- Por tu estupidez ahora eres mi esposa . Analizaba cada palabra que salia de su boca...habia dicho esposa ¿Como habia terminado en esa situación?. -Para ser tu "Esposa" debemos estar casados, así que ni en tus mejores sueños sucederia eso. -No este...