Capitulo 43

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Quinto mes
Narra Elena Weber

Recuerdo aquel día donde estaba decidida a contarle todo a Cruella, la madre poderosa de Black. Mi postura ante aquella peculiar situación era la de una mujer que aparentaba ser poderosa, indestructible, feroz cual leona. Lo que desconocía era que Cruella tenía más tiempo jugando a ser la villana, en mi historia jugaba el papel de alguien a quien podían pisotear, ciertamente estaba cansada de ser ese personaje.

El tomar la decisión de gritar a los cuatro vientos mi situación biológica, es decir el embarazo más hermoso del mundo, con dos bellas criaturas las cuales ya amaba con sólo el hecho de existir, era difícil. Sabía a la perfección que el decir la verdad traería consigo grandes problemas, pero el ocultar mi embarazo de igual manera tenía consecuencias.

En la cabeza de Cruella había pensamientos tan egoístas que dolía el hecho de ser pariente de ella.

Fue entonces cuando abrí la puerta con tanta seguridad que no lo podía creer. Una especie de chispa me encendió, fue todo muy rápido.

- Estoy embarazada hija de puta - fue lo que le grite en la cara a Cruella.

Seguido de eso una buena bofetada, similar a la que le había dado a aquella mujer, todos la recordarán.

- ¡Elena! - me gritaban al fondo.

La voz de Black siempre se ha caracterizado por ser tan grabe y masculina, así me llamara entre una multitud sabría cuál es su voz.

- Elena - sentí una mano en mi hombro.

Cuando me di cuenta Cruella estaba parada frente a mi de brazos cruzados y con una mirada fuera de serie.

¡Es correcto! El imaginar golpear y decirle unas cuantas verdades a Cruella fue de lo mejor que me pudo haber pasado.

En ese momento podían ocurrir dos cosas, no tan buenas.

La primera era que me había gustado poner en su lugar a Cruella, aunque haya sido obra de mi imaginación, lo que podía rescatar era que fue una excelente producción mental.

La segunda era que si yo decía algo no sabía cómo reaccionaria, podía insultarme y en casos más extremos temía que me pusiera una mano encima.

- Madre tienes que aceptarlo.

¡ESTE HOMBRE ABRIRÍA LA BOCA AÚN CUANDO YO NO DIJE NADA!

- Cariño - intente llamar su atención.

- ¿Aceptar que? - Cruella tomó una postura autoritaria e intimidante.

Jale la camisa de Black y así poder llamar su atención pero no funcionó.

Era cierto que quería gritar a los cuatro vientos sobre mi embarazo pero ahora que lo pienso podía omitir a ciertas personas.

- Tendrás que aceptar el embarazo de Elena.

Lo dijo, salió todo de su boca, estábamos en problemas.

- ¡¿Qué?! - la reacción de Cruella fue tan sorpresiva que quedaba claro que yo no le había dicho nada.

- ¿No le contaste? - me cuestionó Cristopher con una expresión de ¡La he cagado! En su rostro.

ROMANCE DE OFICINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora