El secreto amor de Draco Malfoy [EN EDICIÓN]

Sangre Sucia

Mansión Malfoy

Scorpius y Draco hablaban animadamente del partido que habían tenido y en broma Draco le decía a su hijo que había hecho trampa por haberle ganado. Luego llegaba Astoria que volvía de su trabajo.

- Madre que bueno verte, hoy con mi padre jugamos Quidditch y le gané otra vez - decía Scorpius muy orgulloso de su logro pero pudo notar que su madre no le estaba dando mucho atención así que solo contesto - Muy bien hijo - seguía escribiendo en uno de los pergaminos.

En eso llegaba la elfa de Draco a servir la comida y por los papeles de Astoria no podía poner su plato, obviamente no le pediría que los quitará por qué seguramente se enojaría mucho, entonces Draco habló por ella.

- Astoria podrías quitar tus papeles es hora de cenar - le dijo algo cortés pero impaciente por la actitud de su esposa

- Ya.. ya.. voy - dijo también enojada por la forma en la que Draco le habló.

Con su varita quito las cosas y así pudo poner el plato. Empezaron a cenar y todo estaba en silencio, fue entonces que Astoria saco un tema que la tenía algo inquieta.

- No podrán creer lo que me sucedió hoy - dijo y Draco no le dió mucha atención así que continuó comiendo, pero su hijo en verdad estaba interesado, además de que quería un poco de charla. 
- ¿Que sucedió Madre? - preguntó Scorpius
- Cuando fui de compras; una chica y yo comenzamos a charlar, ya me resultaba muy agradable, pero al descubrír lo que, que me hizo enojar muchísimo y obviamente la insulte y me alejé de ella rápidamente - en ese momento Draco ya estaba poniendo atención, por qué se estaba haciendo una idea de lo que era.

- Esa mujer era una inmunda... sangre sucia - dijo con desprecio y Draco soltó sus cubiertos de golpe, haciendo sobresaltar a todos en la mesa y con su ceño fruncido. Astoria preguntó - Por Merlin Draco que te sucede, casi nos matas del susto - preguntó con una mano en su pecho. Muy exagerada.

- Pasa que me parece una falta de respeto lo que has hecho con esa pobre mujer que estaba siendo amable contigo Astoria. Además de que quiero la mejor educación para mí hijo, para que no tenga que seguir con esas estupideces del estatus de sangre, pero veo que contigo no se puede - dandole una mirada de desprecio, ella lo miraba indignada y el pobre Scorpius tenía su mirada perdida en su plato - Pero creo que fue lo mejor que te alejarás de esa mujer. Por qué vamos... quien te quisiera a TI como amiga - se levantó y se fue mientras Astoria gritaba
- COMO TE ATREVES DRACO MALFOY A TRATARME ASÍ... YO... TU PROPIA ESPOSA... NO ME IGNORES ahggg, lo siento Scorpius pero iré a quedarme en casa de mi amiga, y no pienso volver hasta que tú padre se disculpe conmigo - se levantó y desapareció dejando a un Scorpius triste, se levantó de la mesa y fue a su habitación.

Para sentirse mejor le escribo a su amigos y luego se fue a dormir.

Al día siguiente con cansancio se levantó de su cama y se lavó la cara para bajar a desayunar. No encontró a su padre, así que supuso que debía estar en su oficina o durmiendo. De la cocina salía su abuela Narcissa hablando con la elfa de su padre Mertly, tenía unos enormes ojos color miel y era muy tímida, pero con Narcissa, Draco y él podía hablar animadamente. Exepto con su madre, a ella le tenía mucho miedo.

- Abuela Cissy!! - dijo emocionado por verla y fue abrazarla
- Oh Scorps cuidado cariño - soltando una pequeña risa y correspondiendo al abrazo - ¿Como estás? ¿Tienes hambre? - preguntó a su nieto - No tan bien abuela Cissy, a noche mis padres pelearon y... - no pudo continuar por qué su abuela lo interrumpió - Si lo se, tu padre me contó así que le dije que fuera a pedirle disculpas a tu madre, el sabe perfectamente que así no debe ser tratada una mujer. Aunque no estoy muy de acuerdo con lo de tu madre, debe hacerlo, así que ahora... por qué no mejor desayunamos?

Desayunaron y charlaron un rato, luego pasearon un rato en el jardín mientras el rubio le contaba a su abuela de algunas bromas que había hecho con sus amigos y de su enamorada.

Llegaron Draco y Astoria tomados de la mano, ella llevaba una sonrisa mostrando su blancos y perfectos dientes, mientras el rubio estaba serio, como siempre. Almorzaron y charlaron pero Draco no mucho.

Al terminar Astoria se fue ya que había quedado con unas amigas y Draco como siempre se iba a su oficina. Scorpius y Narcissa fueron al jardín nuevamente a hablar, entonces recordó los poemas y muy dudoso le preguntó a su abuela.

- Abuela, mi padre alguna vez a escrito un poema a alguien? - preguntó dudoso y recibió una mirada algo confundida de su abuela, pero respondió - Sinceramente no lo sé querido, si recuerdo que a veces recitaba algunas en su habitación pero no sé si se las haya dedicado una vez a alguien - contestó con una pequeña sonrisa que Scorpius no logro ver - y... ¿por qué la pregunta? - ahora ella cuestionaba a su nieto y Scorpius nervioso contestó - Por nada en realidad, simple curiosidad.

Quedaron en silencio mientras apreciaban el bello día que tenían.

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