El ya no secreto amor de Draco Malfoy

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Luego de todo ese batalla.

Dumbledore le agradeció a "Cygnus" con unas palabras muy profundas. Bajaron para encontrarse con toda la escuela, quienes los recibieron con un grandísimo aplauso. A lo lejos se veía como Harry discutía con Draco, quien tenía abrazada por los hombros a Hermione, ella solo negaba y reía.

- Si no hubiera sido por este joven. Cygnus Blue, hoy no estaría vivo, estaré agradecido por siempre contigo. Un fuerte aplauso por este maravilloso y valiente Cygnus, y como no a Draco Malfoy por también haber sido valiente, tras haber enfrentado a los mortífagos. Y como no, por también aceptar en voz alta que tiene un noviazgo con la bruja más inteligente de la generación. La señorita Hermione Granger, los felicito chicos - los dos estaban muy sonrojados por las miradas de todos.

Ronald Weasley ardía en rabia. Y Draco Malfoy lo disfrutaba.

- Freddie Miller. Otro valiente, por haber enfrentado a los mortífagos, sin pensar. Y a mi fiel amigo Severus Snape, quien me ayudo con todo - la escuela explotaba en gritos de alegría, las manos ardían de tanto aplaudir. La mayoría ya se quedaba sin voz. Sin duda alguna era un día grandioso.

Al siguiente día. Scorpius, Olive, Dominique y Albus. Se despedian de Harry, Hermione, Draco y Ron. Este último aún dudaba irse con ellos, no asimilaba que su mejor amiga, de la cual estaba enamorada, tuviera una relación con su enemigo, Draco Malfoy. Pero si Hermione era feliz debía aceptarlo.

Que ironía, si supiera la gran locura que cometió con su hija.

Los 4 chicos desaparecieron. Y ellos suspiraron aliviados. Al fin habían logrado lo que tanto habían deseado.

- ¿Creo que ya... Ya es hora de volver a casa? - dijo Olive y los restantes asintieron - Si. Ya es hora - Scorpius beso la cabeza de la castaña, ella saco el giratiempo y lo puso sobre todos. Dumbledore apareció.

- Ya se van jóvenes - preguntó el anciano con una sonrisa pequeña, ellos se pusieron nerviosos
- Tranquilos, lo supe desde un principio, no sé preocupen. Pero me habría encantado que se hubieran presentado ante todos, así saber que es lo que pasaría en un futuro - Lo siento Director Dumbledore, pero solo habíamos venido para poder arreglar el futuro de mi padre - hablo Scorpius y el anciano asintió lentamente.

- Entiendo. Bien me encantó haberlos conocido y espero verlos en el futuro de nuevo - les guiñó un ojo para luego irse. Dominique solo tuvo que pensarlo dos segundos - Esperé - exclamó y el mayor volteó con una sonrisa - Llevenos a casa - pidió y sus amigos se le quedaron viendo - ¿Por qué cariño, tenemos el giratiempo? - preguntó Albus - Nos borrará la memoria. Solo así podremos volver a vivir nuestras vidas de nuevo sin saber todo lo que nos va pasar. No tendriá mucho sentido después. Créanme se lo que hago. - todos confiaban en la palabra de Dominique, así que accedieron.

Dumbledore los apunto con su varita y sin decir nada más, ellos vieron una gran luz blanca.

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- Scorpius Malfoy que esperas. Llegaremos tarde a tu primer día en Hogwarts - gritó un Draco Malfoy, con una sonrisa al ver a su pequeño bajar las escaleras con una sonrisa nerviosa. Tenía su cara húmeda por haberla limpiado; se posicionó a la altura de su hijo para poder secarle el rostro.

- ¿Nervioso? - preguntó el rubio a su pequeño hijo, este asintió tímido - Todo irá bien. Recuerda, Dominique estará ahí contigo, no estarás solo. Y de seguro haras muchos amigos eres un Malfoy... Un Malfoy Granger. Se que eres valiente - beso la frente de su hijo y lo llevo a comer.

El secreto amor de Draco Malfoy [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora