"Quité las flores de supermercado del alféizar de la ventana. Tiré el té de hace un día que había en la taza. Y sé que un corazón roto es un corazón que ha sido querido."
.
Luego del terrible momento con el alfa apestoso, Kaleb se ofreció a llevar a ambos a casa.
"No tienes por qué hacerlo"
"Eres una omega con un cachorro, debes estar a salvo"
"Podemos cuidarnos, alfa". Gruñó un poco observándolo.
La expresión de Kaleb era aburrida pero aun así observaba fijamente a la omega con el pequeño entre sus brazos. Miraba su cuello en busca de alguna marca mas no encontró nada. ¿La omega tenía un hijo, pero no un alfa?
Violetta empezó a caminar con Luka entre sus brazos para volver a casa. El pequeño tenía sus bracitos enredados en su cuello y la cabeza recostada en su hombro con sus ojos cerrados.
Kaleb también empezó a caminar detrás de ellos con sus manos en los bolsillos.
"¿Por qué me sigues?"
"Solo estoy caminando"
Violetta simplemente no podía enojarse con el alfa, la había salvado de una penosa situación. No lo conocía, era la segunda vez que lo veía en su vida y ya está en deuda doble con él.
Se detuvieron frente al departamento. Kaleb a un par de metros de distancia se recostó en la pared del departamento de alado.
"Gracias". Susurró. "Disculpa por gruñirte, me ayudaste y no fui agradecida"
Suspiró al darse cuenta que el alfa aún seguía sin tomarle atención.
"Su nombre es Luka, y el mío Violetta"
Con su mano libre intentó abrir la puerta cuando él habló.
"Violetta es un bonito nombre". Puso sus ojos verdes en ella luego en el niño dormido. Tenían un leve parecido, quizás en su cabello negro, también en su nariz rosada por el frío e incluso un poco en su olor. "Kaleb" caminó hasta estar frente a frente. "Mi nombre es Kaleb"
La omega mordió su labio visiblemente nerviosa. Intentó una vez más abrir la puerta, volviendo en su dirección. Lo miró.
"¿Te gusta el chocolate caliente?"
.
El olor del alfa era simplemente mucho. También era la primera vez que uno estaba dentro del departamento. Kaleb había tomado asiento en el mueble que había en la sala, esperando que la omega regrese con su taza de chocolate caliente.
"Aquí está". Se sentó a su lado entregándole la taza.
Kaleb agradeció barriendo la mirada por la sala, al parecer la omega vivía sola con el pequeño. Dio un pequeño sorbo y fijó su atención en ella.
"Hoy no trabajaste"
"Oh, no, hoy no tuve que..." Acomodó un mechón de su largo cabello mirándolo. "¿Cómo sabes?"
"Quise comprar más violetas y no estabas"
Se encogió de hombros, dando otro sorbo a su chocolate.
"Mami". Unos pequeños pasos se oían desde la habitación.
"Por aquí, bebé"
El pequeño alfa llegó hasta sus brazos con una mantita en su mano y la otra restregando su ojito. Lo subió a su regazo frotando su mejilla con la de él y repartiendo besos por todo su rostro. Luka suspiró y se acomodó mejor entre sus brazos.
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Invierno de Violetta
Science FictionLa nieve había llegado a Seattle y el alfa no quería que el invierno toque a su Violetta.